sábado, 28 de junio de 2014

Obras de Agustín Sanz en Borja


            Agustín Sanz Alós fue el mejor arquitecto aragonés del último tercio del siglo XVIII, como han puesto de manifiesto las investigaciones de D. Javier Martínez Molina que, en el último número de Cuadernos de Estudios Borjanos ha publicado un interesante artículo sobre las obras en las que intervino en nuestra ciudad.

            Una de ellas es la puerta de San Francisco que, sin duda, era la más importante de Borja. La motivación que impulsó al ayuntamiento para acometer su reestructuración era el mal estado en que se encontraba y el deseo de garantizar la seguridad en esa zona, pues la antigua tenía unos huecos donde podían ocultarse, por la noche, posibles delincuentes. 




            Sin embargo, las obras se demoraron y terminó derrumbándose el 1 de marzo de 1795, ocasionando la muerte de mosén Juan Baisieres, un sacerdote francés que había huido del vecino país, tras la Revolución. Otra víctima fue el borjano Manuel Belsued que, como el anterior, la atravesaba en el momento del desplome.
            Las obras se realizaron a lo largo de 1796 y, afortunadamente, se ha conservado a pesar de que, a finales del siglo XX, hubo que desmontarla parcialmente por el deficiente estado en que se encontraba, siendo finalmente restaurada en 2005.
            Otro de los proyectos en los que intervino Agustín Sanz fue el de la construcción de un mesón que iba a estar ubicado en la plaza de San Francisco. En aquellos momentos, el ayuntamiento ejercía en monopolio el derecho de alojamiento que se arrendaba al mejor postor. 



            En 1780 no se pudo encontrar a nadie que quisiera hacerse cargo de este servicio que, por otra parte, era muy deficiente por no disponer de un edificio adecuado. Por ello, se decidió asumir la construcción de una casa mesón de nueva planta, encargando el proyecto a Agustín Sanz que había acreditado su experiencia en la creación de establecimientos similares en otras localidades.
            Las obras llegaron a comenzar pero, lamentablemente, el cambio experimentado en las finanzas locales por la guerra de la Convención y por otras prioridades posteriores, terminaron por bloquearlo dejándolas inacabadas. No se sabe con precisión lo que llegó a construirse pero lo cierto es que el trabajo realizado terminó siendo reaprovechado para otros fines.



            De hecho, en uno de los edificios de la plaza todavía se advierten restos que pudieron pertenecer al mesón inacabado. Entre ellos, el zócalo de piedra y la gran portada, recientemente recompuesta con piedra artificial.
            No fueron las únicas obras en las que participó este gran arquitecto, pues también le fue encomendada la reforma de la colegiata que pasó a otras manos, tras su fallecimiento. 



            Recientemente, fue presentado en el Centro de Estudios Borjanos el documental de José Manuel Herraiz, basado en las investigaciones de Javier Martínez Molina, titulado Agustín Sanz. El arquitecto fiel, del que hemos recibido una copia, envío que, desde aquí queremos agradecer. 

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