En recuerdo de José Luis Casado Soto

            Marisa del Campo nos transmitió ayer la triste noticia del fallecimiento, en la tarde del pasado día 5, de D. José Luis Casado Soto, como consecuencia de una accidente acaecido en la autovía del Cantábrico, a la altura de la localidad de Caviedes (Cantabria).

            Nacido hace 69 años, José Luis Casado era uno de los más importantes investigadores navales de España y una persona especialmente comprometida con su tierra natal. Fue el fundador del Museo Marítimo del Cantábrico, en Santander, una institución ejemplar que tuvimos la oportunidad de visitar con él y de la que fue Director hasta su jubilación. Desde entonces siguió trabajando en numerosos proyectos, entre ellos el de la creación de un museo en la catedral santanderina. Académico Correspondiente de la Real Academia de la Historia, a lo largo de su fecunda vida estuvo vinculado a numerosas instituciones culturales como el Centro de Estudios Montañeses, el Instituto de Estudios Marítimos “Juan de la Cosa”, el Instituto de Etnografía y Folklore “Hoyos Saínz”, la Institución Cultural de Cantabria o la Escuela Superior de Bellas Artes de Bilbao, de la que fue Secretario.

            Licenciado en Bellas Artes y trabajador incansable, deja una larga relación de trabajos de singular importancia, especialmente los relacionados con la construcción naval española del siglo XVI. Participó en el proyecto “Gran Armada” del Instituto de Historia y Cultural Naval donde iniciamos nuestra relación. Fruto de las investigaciones propiciadas en el marco de aquella conmemoración fue su magnífico libro sobre los buques que participaron en la Jornada de Inglaterra, con el que obtuvo el Premio del Mar. 

            También dejó su huella en Borja, donde estuvo presente en la XIII reunión del Comité Internacional de Historia de la Náutica y de la Hidrografía, celebrado del 5 al 9 de noviembre de 2006. En la Casa de Aguilar presentó una excelente ponencia sobre las “Primeras series de galeones oceánicos de guerra españoles”.

            Junto a la noticia de su muerte nos llega la de su nombramiento como “Hijo Predilecto de Santander”, justo reconocimiento hacia una persona que amó intensamente a esa ciudad, dando a conocer múltiples aspectos de su historia y luchando incansablemente para la recuperación de su Patrimonio Cultural.

            Desde aquí queremos manifestar el testimonio de nuestro pesar a su familia, junto con el sentimiento por la desaparición de esta excelente persona que nos honró con su amistad.