lunes, 24 de noviembre de 2014

Esclavos en Borja


            La Institución “Fernando el Católico” acaba de editar, dentro de su colección de Fuentes Históricas Aragonesas, un interesante trabajo del embajador D. Manuel Gómez de Valenzuela titulado Esclavos en Aragón (siglos XV a XVII), en el que analiza la cuestión de la esclavitud en nuestra región, donde el problema no alcanzó la magnitud de otras zonas. No obstante, hubo esclavos en esa época como ha podido documentar a través de una minuciosa investigación.
`           Entre los casos citados figura el de seis moros de Borja que, el 7 de noviembre de 1429, reconocían tener en su poder a once esclavos moros, hombres, mujeres y niños, que eran propiedad de Juan de Mur, escudero, vecino de Zaragoza, al que se comprometían a restituirlos, pagando los gastos del traslado a la capital aragonesa.
            Los nombres de los esclavos eran Audalla de Colcer “el escribano”; María de Harag, su mujer; Mahomadico, Haragico y Hametico, hijos de ambos; Zalema de Audelaziz; Mariem de Colcer, su mujer; Mahomatico, hijo de ellos; Sento de Audelaziz; y Audallica y Marien hijos suyos. Se trataba, por lo tanto, de tres familias, posiblemente emparentadas entre sí que habían sido capturadas en la villa castellana de Deza y enviados a Borja, por su propietario, para preservarlos de la epidemia existente en aquellos momentos.
            Es curioso que los tenedores fueran también musulmanes: Mahoma Marqua, Mahoma Palloso, Juce Marqua, Mahoma el calvo, Muza Marqua y Mahoma Forque, todos ellos “moros de la villa de Borja”, lo cual no era obstáculo para que adoptaran con ellos las más estrictas medidas de seguridad, ya que los tres hombres adultos eran  mantenidos “herrados con sus cadenas y anillas a las camas”, debiendo trasladarlos a Zaragoza, en el plazo establecido, también herrados.
            En el documento suscrito en presencia de Francisco Spelt y Martín Escribano, de oficio plateros, y de Juce Valencia, moro, se comprometían a pagar 1.200 florines de oro, en el caso de no depositarlos en la casa de Sancha Coloma, suegra de Juan de Mur.

            Estamos, por lo tanto, ante un caso en el que los esclavos estaban en depósito y no eran utilizados como fuerza de trabajo aquí. No obstante, a la vista del nombre de su suegra, nos queda la duda sobre la relación de Juan de Mur con la familia borjana de los Coloma.

1 comentario:

  1. Gracias por esta noticia y ¡felicidades a Don Manuel Gómez de Valenzuela por este libro! Un gran saludo para él. Por si no me recuerda, yo era una de las pocas estudiantes españolas de árabe en Damasco durante el invierno de 1994, cuando él era embajador de España en Siria. ¡Qué gratos recuerdos en su compañía, cuando nos agasajaba con cenas suculentas en su residencia, un magnífico palacete otomano que guardo en mi memoria, como tantas otras vivencias imborrables de aquel país ahora destrozado por una guerra absurda, cruel e injusta. Me alegra volver a saber de él a través de este artículo y de su estudio sobre los musulmanes que pasaron por Borja. El ser humano no aprende y, a lo largo de los siglos, ha demostrado ser capaz de explotar, esclavizar y matar a sus congéneres, incluso de su misma religión, sin el más mínimo remordimiento. Me resulta gracioso leer nombres árabes transformados en aragoneses, como "Mahomatico". ¡Cuántos genes islámicos, árabes y bereberes atesoramos en nuestros cuerpos! No estaría mal crear un centro de estudios árabes en Borja...Ahí va la propuesta.

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