domingo, 3 de enero de 2016

Las columnas del patio del Museo de la Colegiata de Borja




            El edificio en el que hoy se encuentra el Museo de la Colegiata de Borja fue construido en 1560 para sede del Hospital Sancti Spiritus, institución benéfica que aún subsiste, ubicado en el antiguo convento de capuchinos, a donde fue trasladado en 1869.
            Sus distintas estancias, ahora salas del museo, se disponen en torno a un patio central con cuatro espectaculares columnas en su planta baja y unos vanos con arcos conopiales en la principal.

            Aprovechando las excelentes fotografías realizadas por Enrique Lacleta, hemos querido comentar hoy algunos aspectos de esas columnas cuya realización hemos venido atribuyendo al maestro francés Guillaume de Brimbeuf, aunque sin base documental fehaciente, basándonos en el hecho que, en el momento de su realización, se encontraba residiendo en Borja, donde fue requerido por los jurados de Tarazona para intervenir en la fábrica de la lonja de esa ciudad.




            En cualquier caso se trata de un trabajo de gran calidad que sigue los patrones característicos de otros similares de la época. Son columnas anilladas, rematadas por capiteles corintios, cuyas auténticas dimensiones no pueden ser percibidas ahora, ya que casi un metro de su fuste y la basa permanecen enterrados en el suelo, sin que pudieran ser liberadas en el momento de la rehabilitación del edificio debido a los problemas estructurales que adujo el arquitecto responsable de la misma. 



            El anillo que circunda el fuste está labrado con motivos vegetales, cuando lo más frecuentes es que fuera liso, lo que constituye una prueba de la riqueza de su decoración.





            Es en los capiteles donde puede apreciarse mejor la calidad de su ejecución, con detalles sorprendentes como es cara de gesto desgarrado o la que se asemeja un león dormido sobre la que podría elaborarse una preciosa leyenda. 




            Sin embargo, el elemento más interesante desde varios puntos de vista está constituido por la representación, en una de las columnas, de las primitivas armas de Borja, el castillo sobre peñas, sin la presencia de la vaca que, posteriormente, fue incorporada a las mismas. El hecho que en la cartela aparezca la fecha de su realización: 1560, constituye un dato de extraordinaria importancia a la hora de fijar el momento en que ello se llevó a cabo, desde luego con posterioridad a la misma.

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