miércoles, 3 de febrero de 2016

Capitulares en la colegiata de Santa María


            La colegiata de Santa María no sólo es uno de los monumentos más importantes de la ciudad de Borja sino que, en el pasado, fue uno de los más destacados centros de influencia debido al elevado número de clérigos que formaban parte de su cabildo o capítulo (que no era exactamente lo mismo), el cual llegó a estar integrado por un prior, 8 canónigos o capellanes canonicales y 8 racioneros, a los que se sumaban los capitulares con voto de patrimonio particular y los racioneros de patrimonio particular. Estos últimos eran los fundados en virtud de legados privados. No obstante, su número varió, como veremos a lo largo del tiempo.
            A pesar de ello, no disponemos todavía de una historia precisa de la colegiata, aunque en los últimos años se han experimentado avances considerables en los que respecta a su evolución arquitectónica.
            Tampoco tenemos la relación de personas que ocuparon los diferentes puestos en su capítulo, ni tan siquiera los de aquellos que desempeñaron las más importantes dignidades.

            De ahí el interés de los datos que facilita una publicación titulada Guia del Estado eclesiástico seglar y regular de España en particular y de toda la Iglesia Católica en general, editada en la Imprenta Nacional de Madrid desde el siglo XVIII, por iniciativa de D. Julián Sánchez de Haedo.






            En la correspondiente a 1802, que hemos podido consultar en una biblioteca borjana que estamos catalogando, aparece como Prior el Dr. D. Diego Quartero. Los puestos correspondientes a los 8 canónigos están ocupados por el Dr. D. Dámaso Navarro; D. Mariano Lázaro; D. Eleuterio Otano; D. Francisco Bernal (de capa); el Dr. D. Luis María del Río; el Dr. D. Indalecio Estrada (canónigo doctoral) y el Dr, D. Jorge Zaval (Vicario). El más importante era el doctoral, encargado de la defensa de los intereses de la colegial en los pleitos entablados; por ello tenía que ser doctor en Derecho y su plaza se cubría por oposición. Por su parte, el Vicario era quien ejercía las funciones de párroco en Santa María. Es significativo el hecho de que, tanto el prior como cuatro canónigos eran doctores.
            Como capellán canonical figura D. Pedro Lamana, capellán real. Esta capellanía se instituyó en la colegiata, tras la desaparición de la iglesia del castillo que era provista por el monarca.
            En esos momentos había 5 plazas de capitulares con voto, de patrimonio particular, estando ocupadas tres de ellas por D. Justo del Río; el Dr. D. Manuel Alonso y Subías que ejercía como Magistral, otra importante dignidad ya que era el encargado de la predicación en las ocasiones solemnes; y D. Juan José de Asso.
            De las 8 plazas de Racioneros estaban ocupadas 7, por D. José Martínez (ya jubilado; D. Pedro Otano; D. Tomás Almau; D. Antonio Fernández de Heredia; el Dr. D. Buenaventura Tejadas (Vicario de San Miguel); D. Maximino Ferrández; y D. Mariano Corellano. A ellos se añaden tres “capellanes racionales de patrimonio particular” que son D. Joaquín Pérez; D. Jerónimo Sinués y D. Tadeo Sangüesa.



            Por otra parte, en Internet se pueden consultar varias de estas guías. Concretamente, hemos revisado la de 1829, en la que aparece como Prior D. José Custardooy. Únicamente se contabilizan siete plazas de canónigos, con dos vacantes, una de ella la de vicario. Los que las ocupan son D. Tadeo Sangüesa (en 1808 era capellán de patrimonio particular); el Dr. D. Salvador García (canónigo doctoral); D. Vicente Marco; D. Pedro Telinga; y D. Manuel Sangüesa.
            Hay tres capellanes canonicales que son D. Bernardo Sánchez Hidalgo (capellán real); D. Justo María del Río (que en 1808 era capitular de patrimonio particular) y D. Mariano Colás.
            Sigue habiendo 8 plazas de racioneros, una de ellas vacante que es precisamente la de vicario de San Bartolomé. Las ocupan el Dr. D. Buenaventura Tejadas (vicario de San Miguel que, con el citado anteriormente, son los únicos que tienen este grado en el cabildo en esos momentos); D. Máximo Ferrández (ya jubilado); D. Mariano Corellano; D. Felipe Ferrández; D. Manuel Almondarain: D. Manuel Casanova y D. Joaquín Melero.
            Finalmente, se reseña a tres beneficiados que han venido a sustituir a los capellanes de patrimonio particular: D. Manuel Miguel; D. Joaquín Martínez y D. Manuel Zaro.
            La presencia de un número de unos 20 o 25 sacerdotes vinculados a la colegial da idea de la influencia que pudo tener y el papel que desempeñaba entre los clérigos borjanos ya que, por la Bula de Patrimonialidad concedida por el Papa Alejandro VI, estas plazas sólo podían ser provistas entre los nacidos o bautizados en la ciudad, salvo las que se cubrían mediante oposición, por requerir el título de doctor.

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