lunes, 1 de agosto de 2016

La Universidad Internacional de Andalucía en Baeza



            El Congreso de Franciscanismo, al que asistió una representación del Centro de Estudios Borjanos, celebró sus primeras sesiones en la sede que la Universidad Internacional de Andalucía tiene en la ciudad de Baeza, con el nombre de “Antonio Machado”.





            Se trata de un complejo constituido por dos edificios. El primero de ellos es el del antiguo Seminario Conciliar de San Felipe Neri, fundado en 1660 por el obispo D. Fernando de Andrade y Castro. Se encuentra emplazado en una espectacular plaza en la que se encuentra la fuente de Santa María, construida en 1564 para conmemorar la traída de aguas a la ciudad.




            Entre los edificios importantes de la plaza se encuentran la catedral de la Natividad de Nuestra Señora, edificada sobre la antigua mezquita, de la que se conserva el alminar. Su estado actual responde a la reforma efectuada en el siglo XVI, con intervención de destacados arquitectos como Andrés de Vandelvira y Juan Bautista Villalpando.
            Formando ángulo con la misma se levanta el edificio de las antiguas Casas Consistoriales o “Casas Consistoriales Altas” que fueron la sede del concejo desde el siglo XV hasta 1838.  

            Estamos ante un conjunto espectacular, por la importancia de los edificios que lo conforman y la singularidad de alguno de sus elementos, como la fuente antes citada que es, sin duda, una de las más interesantes que pueden contemplarse.




            Contiguo al seminario se encuentra el Palacio de Javalquinto, que forma parte del campus de la Universidad. Construido en la segunda mitad del siglo XV por el señor de Jabalquinto, D. Juan Alfonso de Benavides Manrique, constituye un magnífico ejemplo de la arquitectura de la época, con claros paralelismos con otros edificios monumentales como el palacio del Infantado de Guadalajara. En 1720, fue cedido al seminario por el conde de Benavente, en cuya casa había recaído el marquesado de Javalquinto. Tras diversos avatares, el palacio ha vuelto a constituir una unidad con el edificio del seminario, del que se encuentra separado por un jardín.





            Este espacio recoleto y cuidado, donde puede disfrutarse de espléndidos atardeceres, es un lugar de reposo ideal en las pausas de las actividades académicas. Por otra parte, dispone también de instalaciones deportivas en la zona aledaña.





            Allí se encuentra un busto en bronce de Antonio Machado, frente a una encina bajo la que se ha grabado una composición del gran poeta que llegó a Baeza, procedente de Soria, tras la muerte de su esposa Leonor Izquierdo. Machado, profundamente afectado, no quiso permanecer en la ciudad castellana y solicitó su traslado. Siendo Baeza la única plaza libre, allí se instaló ejerciendo la docencia, como profesor de Gramática Francesa en el Instituto de la ciudad que estaba instalado en otro edificio histórico, el de la antigua Universidad. No obstante, a pesar de su dolor, siguió escribiendo. El poema al que hemos hecho referencia es de esta época:

            Sobre el olivar
            se vio la lechuza
            volar y volar.

            Campo, campo, campo
            Entre los olivos,
            los cortijos blancos.

            Y la encina negra,
            a medio camino

de Úbeda a Baeza.





El palacio se articula en torno a un gran patio construido en los últimos años del siglo XVI, con doble arcada sostenida por esbeltas columnas de mármol, con escudos en las enjutas, en torno al cual se encuentran las aulas y otras dependencias administrativas. Se accede al mismo desde el exterior, a través de un zaguán y también se comunica con el jardín por la gran escalera monumental.  




De época plenamente barroca es esta monumental escalera, de tipo imperial, a la que se cubre con bóveda de media naranja. Su acceso por la parte central de lo que remeda un arco de triunfo y la profusa decoración de su balaustrada sorprende al visitante.





Aún impresionaría más si se hubiera conservado en su lugar la gran lámpara que hoy se encuentra en la nave central de la catedral y el lienzo de la Sagrada Familia, atribuido a Juan Valdés Leal que ocupaba el recuadro moldurado de la meseta de la escalera y que, ahora, puede contemplarse también en el templo catedralicio, aunque debió ser recortado, pues la forma curva de la parte superior, no se adapta al espacio señalado.

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