Las
cabalgatas de Reyes constituyen ahora un espectáculo habitual en muchas
localidades de nuestra comarca en la tarde del 5 de enero. Los Reyes Magos
desfilan en carrozas, acompañados de vistosas comitivas cada día organizadas
con más cuidado. Todos los años venimos publicando imágenes de la que tiene
lugar en Borja. Pero las hay también en otros municipios de los que nos
gustaría reunir fotografías, así como conocer los lugares donde se celebran
para dejar constancia de ello en ese inventario de tradiciones que estamos
elaborando.
En el
caso de Borja, SS. MM. son recibidos por el Sr. Alcalde que les hace entrega
del bastón de mando, como en toda visita regia y desde el balcón de la Casa
Consistorial se dirigen a los niños congregados en la plaza de España.
También
es habitual la adoración al Niño en el portal instalado en la plaza y el
reparto de juguetes a los más pequeños. Pero toda esta tradición es
relativamente reciente. En Borja, las cabalgatas comenzaron a organizarse a
mediados del siglo pasado y, en sus inicios, los Reyes llegaban montados a
caballo, escoltados por pajes que portaban rudimentarias antorchas.
Luis
Miguel Bajén y Mario Gros que recogieron las tradiciones de la zona del Moncayo
en una interesante obra, hacen alusión a las costumbres relacionadas con esta
fecha. En concreto, a la ilusión de los niños preparando en cada casa un capazo
de panizo (para los camellos) y una bandeja de pastas y licores (para los
Reyes) que colocaban en el balcón, junto con sus zapatos, antes de irse
precipitadamente a la cama, para evitar que los Reyes les sorprendieran
despiertos.
Dejan
constancia también de la costumbre propia de Bureta de depositar en las calles,
pequeños papeles en los que los mozos hacían emparejamientos, unas veces
pretendidos y otras imposibles que, al día siguiente, leían los vecinos entre
chistes y bromas.
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