martes, 24 de enero de 2017

Tradiciones de la comarca: La fiesta de San Babil


         Hoy se celebra la fiesta de San Babil que ha gozado de gran tradición en varias localidades de nuestra comarca, donde era considerada una fiesta de mujeres, en contraposición a la de San Antón que era, más bien de hombres. No obstante, ha sido desplazada, en época reciente, por la de Santa Águeda.

         A partir de los datos recabados, este sentido tenía en Alberite de San Juan y en Ambel, donde la hoguera la organizaban las jóvenes.




         Distinto era el caso de Borja, donde siempre fue una fiesta propia de la cofradía que tenía al Santo por titular. Esta cofradía se unió a la de la Virgen de Misericordia, que había sido fundada el 7 de diciembre de 1543, en la colegiata de Santa María, cuatro años antes de que la imagen fuera trasladada al Santuario.




           Allí existe una capilla dedicada a San Babil, con una hermosa imagen del escultor borjano José Salesa, que por cierto lleva un Ecce Homo en el pecho, en lugar de pectoral, probablemente atendiendo a los usos de los obispos orientales. También hizo el retablo, por encargo de la cofradía, que llegó a contar con gran número de miembros y la fiesta se celebraba allí. Hay que tener en cuenta que acudían gentes de diversas localidades y le ofrecían exvotos que, hasta finales del siglo XX, decoraban sus paredes.



         Posteriormente, se celebraba en Santa María. Allí, en la capilla de la Virgen de la Peana existe una imagen, procedente del convento de agustinos, cuya identificación nunca ha estado clara, pero se la venera como San Babil y el día de la fiesta se la revestía con capa pluvial, mitra y el pectoral del cardenal Casanova. También estaba rodeada de exvotos.
         De la fiesta en cuya víspera se encendía una hoguera y también se vendían roscones, nada ha quedado, sino el recuerdo.

Otro lugar en el que se encendían hogueras era en Bureta, al igual que en Fuendejalón, en torno a la cual, según el libro de la Tradición oral del Moncayo, se cantan los tradicionales “chimilindrones”.
En Pozuelo de Aragón se hace una hoguera con romeros y se salta el fuego, recitando versos un tanto procaces, como en otros lugares:

San Babil que me cure el perejil.
San Blas que me cure el pasapán.
Santa Agueda que me cure la pechera.

Santa Lucía que me cure la vista.



Donde la tradición se mantiene más viva es en Tabuenca. Después de comer se sube a la ermita de los Santos, donde las solteras piden un novio al  Santo, recitando una copla, mientras pisan con el pie derecho una baldosa cercana a la sacristía:

San Babil de mi alma
tres cosas te pido:
salud, dinero y un buen marido.

Otras añaden:

…que no fume tabaco,
ni beba vino,
que no vaya con nadie
más que conmigo.

Después preparan una hoguera. Cuando bajan las llamas hay que saltar la hoguera una vez por cada persona de la casa. En torno al fuego se baila en rolde, cantando los “chimilindrones”, coplas picarescas que se alternan con el estribillo, al final del cual dan grandes gritos:
.
A San Babil hi subido,
no subo por ver al santo,
subo por ver a una niña
que lleva zapatos blancos.

Chimilindrón, dron, dreras,
Uno aquí, dos allá,
La media vuelta así se da. (chillidos)

En este pueblo no hay mozos,
y si hay mozos no los veo
porque los tienen sus madres
pa palos de gallinero.
         Chimilindrón, dron, dreras…

San Antón como era viejo
dijo una buena razón
el que no mate tocino
no comerá morcillón.

         Chimilindrón, dron, dreras…

San Antón como era viejo,
le quitaron el pellejo
y le hicieron un tambor
que tocaban en Castilla
y se oía en Aragón.

         Chimilindrón, dron, dreras…

Nos dirán que estamos locas
y que damos mucho mal,
como no tenemos novio
tenemos que disfrutar.

         Chimilindrón, dron, dreras…


         Como puede verse, se hace alusión a San Antón, porque probablemente se cantaba también ese día. También hay una referencia al “morcillón”, embutido que se consumía estos días.

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