jueves, 27 de abril de 2017

Tradiciones de la comarca: Rildar el huevo


         Días pasados hicimos referencia a la tradición de la “culeca” en Borja que, sin embargo, no es exclusiva de nuestra ciudad ya que se consume en otras localidades de nuestra zona como Albeta; Ambel, con la forma que refleja esta fotografía que hemos encontrado en Internet; Bulbuente; Bureta; Calcena; Fuendejalón; Maleján; Pozuelo de Aragón y Talamantes. En todas estas localidades es un dulce propio del día de San Jorge, pero en Agón, Alberite de San Juan, Bisimbre y Fréscano se prepara para el día de San Gregorio (el 9 de mayo), mientras que en Magallón se consumía el día de la Santa Cruz (creemos que en la de mayo) y en Ainzón el día de San Roque.




         Hoy, sin embargo, queremos dar noticia de una curiosa tradición de Vera de Moncayo y Trasmoz. En la primera de estas localidades se elaboran tres tipos de tortas. Una es la “culeca” que tiene características similares a la de Ambel: forma de mujer con las manos unidas por las muñecas y con un cordón que al llegar abajo, bordea la falda a ambos lados.

         Otra es la “cesta” que es la que aparece en la foto anterior y en la que el huevo se coloca cuando ya está cocida la masa dulce, quedando a la vista. La tercera modalidad es el “bollo”, de forma circular y también con el huevo a la vista y dos tiras de la misma masa formando una cruz.





         Por la tarde del día de San Jorge, los vecinos se dirigen hacia los montes próximos a Veruela, caminando hasta una zona que llaman “El Coscojar” y “El Villar”, donde comen la culeca o la cesta, guardando los huevos.



         En el coscojar se “rildan” los huevos. La palabra “rildar” es propia de esta localidad y equivale a hacerlos roldar con objeto de que se descacarillen. No obstante, “rildar” también se emplea en otros lugares para el hecho de bailar el trompo o peonza con la cuerda. El objetivo de rildarlos era para que se pudiera comer, cosa que ahora ya no se hace, aunque se mantiene esta tradición. La tarde finaliza con la visita a la cueva existente en el monte, donde se venera una imagen de la Virgen que creemos fue colocada allí por los jesuitas durante su permanencia en el antiguo monasterio cisterciense.




         Algo similar se realiza en Trasmoz, aunque en este caso se denomina “roldar el huevo”. Aquí no hay culecas, pero los niños decoran los huevos cocidos con diversos colores y, en una zona próxima, lanzan los huevos como muestran las fotografías.

         Queremos agradecer a Dª Eva Frago el envío de estas fotografías que nos han permitido conocer una tradición muy específica de estos municipios.

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