lunes, 4 de septiembre de 2017

Daños en el puente de Vulcafrailes



         El puente de Vulcafrailes, situado en el barranco del mismo nombre, es el más antiguo de los que existen en el término municipal de Borja. En torno al mismo destacan los muros de piedra seca que, a manera de aletas, discurren por sus extremos.




         De él nos hemos ocupado en diversas ocasiones, dando a conocer imágenes como esta que nos envió Enrique Lacleta, autor también de las que ilustran este artículo. Ya en 2011, publicamos un comentario llamando la atención sobre el estado en el que se encontraba el puente, especialmente en sus muros laterales.



         De hecho, parte de ellos se había derrumbado y el tablero soportaba el peso del recrecimiento efectuado para facilitar el paso de vehículos, sin las limitaciones que imponían sus pretiles. A pesar de que hubo un momento, en el que se trató de repararlo nada se hizo y, ahora, las recientes lluvias han agravado la situación.






         Porque, junto a los desplazamientos ya observados se han abierto nuevas grietas y se han formado simas que socavan la base de los muros, por lo que el progresivo derrumbe de los mismos será inevitable si no se toman las medidas necesarias.

         En nuestra opinión, debería restaurarse, tanto por ser un monumento de interés, como por su significado histórico. Aquel punto en una concurrida vía de comunicación entre Aragón y Navarra, cerca de la antigua calzada romana fue el lugar en el que operaban partidas de bandoleros hasta épocas relativamente recientes, como dimos a conocer en la obra Crímenes ejemplares, publicada por nuestro Centro.

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