domingo, 8 de octubre de 2017

Efemérides del 8 de octubre


Por acuerdo de 8 de octubre de  1603 el consejo de Borja cedió los fondos necesarios para que se iniciara la construcción del convento de Santa Clara, en unos terrenos situados junto a la ermita de San Sebastián. Las religiosas que, al no disponer de edificio propio se habían alojado en las casas de D. Juan de Lajusticia, no podían permanecer en esa situación por más tiempo, por lo que se constituyó una comisión con el fin de levantar el convento de nueva planta.




         Tras someter a Borja a un intenso bombardeo, del que han quedado huellas en la torre del reloj de Santa María, las tropas austracistas asaltaron la ciudad el 8 de octubre de 1706, ocasionando numerosos muertos y sometiéndola al pillaje del que no se libraron ni los edificios religiosos.



         El 8 de octubre de 1741, nació en Cádiz D. José Cadalso y Vázquez. Al morir su madre siendo muy pequeño, quedó bajo la tutela de un tío suyo que era jesuita. Gozó de una esmerada educación, iniciada en el colegio de la Compañía de Jesús y, posteriormente, en Francia e Inglaterra, para terminarla en el Real Seminario de Nobles de Madrid. Viajó después por toda Europa durante dos años, logrando un gran dominio  del francés, inglés, italiano y portugués, lo que unido a sus amplios conocimientos de lenguas clásicas le convirtieron en un hombre dotado de amplísima cultura.      
         A una edad ya avanzada, para lo que era habitual en la época, pues estaba a punto de cumplir 22 años, inició la carrera militar en el Regimiento de Caballería Borbón, tomando parte en varias campañas como la guerra contra Portugal, la jornada de Argel y el sitio de Gibraltar, donde murió el 26 de febrero de 1782, a los 40 años.
         Pero Cadalso es recordado, ante todo, por las obras que escribió y por el sentido crítico que impregnó toda su producción literaria, desde sus Cartas marruecas a Los eruditos a la violeta, pasando por sus diatribas contra sus compañeros de profesión en Los militares a la violeta.
         Su presencia fue habitual en todas las tertulias de la alta sociedad, donde no dejó de escandalizar con algunas de sus actuaciones, como su romance con la famosa actriz María Ignacia Ibáñez que murió en sus brazos y, al no poder soportar su pérdida, se contaba que había ido al cementerio para desenterrar el cadáver y llevarlo a casa, lo que provocó el lógico espanto en toda España.

         Anteriormente, en 1768, se vio envuelto en otro incidente con motivo de la publicación de un impreso satírico en el que hacía alusión a varias damas de la nobleza con las que, al parecer, había mantenido relaciones. Por causa de ello, fue desterrado de la Corte durante seis meses y se estableció en nuestra comarca. Según el Prof. Calvo Carilla fue en Borja donde escribió su libro de poemas Ocios de mi juventud, por cuyas páginas desfilan los duendes del Moncayo y las ninfas del Ebro. Probablemente aquí escribió también su carta “desde una aldea de Aragón” en la que se quejaba del alejamiento al que se veía sometido.

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