martes, 28 de noviembre de 2017

Efemérides del 28 de noviembre


El 28 de noviembre de 1714 nació en Borja D. Antonio María de Herrero y Rubira. Era hijo de corregidor de esta ciudad D. José Miguel Herrero y de Dª. Catalina Rubira, ambos naturales de la villa de Calanda. El padre había tomado posesión del cargo el 15 de septiembre de 1712 y cesó el 20 de abril de 1716. En los cuatro años que estuvo al frente del corregimiento nacieron en Borja sus hijos Antonio María y Luis, que llegaron a destacar en distintos campos del saber.
Antonio fue enviado a Huesca, bajo la tutela de su tío Luis Rubira, canónigo de esa catedral, para estudiar Filosofía y Teología, porque pensaron orientarlo hacia la carrera eclesiástica. Marchó después a Toulouse y, durante un curso académico completó los estudios precisos para graduarse como Doctor. Su estancia en esa universidad le permitió adquirir un perfecto conocimiento del francés y tomar contacto con la Física experimental, materia que influyó en su obra posterior.

De regresó a Huesca, optó a una cátedra, pero a pesar de la erudición de la que dio pruebas no la consiguió. Se trasladó entonces a Madrid, bajo la protección de D. Salvador José Mañer y comenzó a escribir sobre distintos asuntos, colaborando también en algunas obras de su protector. Pero su inquietud le impulsó a reorientar su vida, matriculándose en la universidad de Alcalá, donde cursó con gran brillantez la carrera de Medicina. Nada más graduarse fue nombrado médico de los hospitales de la Corte, en los que puso a prueba su preparación, llegando a mantener polémicas con sus superiores que contribuyeron a acrecentar su prestigio. Fue nombrado censor de todas las obras médicas que se publicaban y la reina Isabel de Farnesio le distinguió al nombrarle médico de su casa. Miembro de la Academia Médico Matritense, fue elegido Secretario Perpetuo.




Fue un hombre ilustrado en el sentido pleno de la palabra. Autor de numerosas obras, ha pasado a la historia por Physica moderna experimental sistemática, publicada en 1738, que fue el primer tratado de Física publicado en España. Su curiosidad le llevó a abordar otros muchos temas, desde un tratado de Ortografía a un Diccionario Universal Francés-Español. Destacó como publicista, siendo el creador del Mercurio Literario una publicación periódica de divulgación científica. Otra obra suya la Gaceta Literaria de Madrid, daba noticia de los libros publicados en España, con otras informaciones de interés. También tradujo otras obras como Estado político de la Europa. Estaba casado con Dª. Ana Medrano, natural de Mallén, quien al morir su esposo el 1 de julio de 1767, se trasladó a esa localidad en la que falleció, quedado en su casa muchas de las obras de su esposo y sus manuscritos, de los que se hizo cargo el presbítero D. Agustín de Navas, perteneciente a otra ilustre familia mallenera.



El 28 de noviembre de 1719 nació en Borja D. Ignacio Poyanos y Lafarga. Era hijo de D. Antonio Poyanos y Zapater, perteneciente a una distinguida familia de infanzones borjanos y de Dª. María La Farga y Estachod. Cursó la carrera militar y en 1759 era Sargento Mayor del Regimiento de Infantería de Granada, cuando fue admitido como caballero en la Orden de Santiago, tras superar las preceptivas pruebas de nobleza. En 1770 mandó ese regimiento con el empleo de Coronel. Llegó a ser Brigadier de los Reales Ejércitos y murió en 1777, hallándose de guarnición en México.



Entre 1752 y 1754 había colaborado en la red de inteligencia creada por el marqués de la Ensenada, con hombres de su total confianza, realizando viajes por diversos países europeos, para recabar información sobre minas y metales preciosos. Por otra parte, se conserva una carta enviada en 1761 desde San Petersburgo, donde actuaba como secretario del marqués de Almodóvar del Río, embajador ante la corte del Zar.



El 28 de noviembre de 1931 nació en Luceni D. Angel Andía Leza, aunque se crió en Cabañas de Ebro, donde inició su formación. El Bachillerato lo realizó en el Instituto Goya de Zaragoza y en el colegio de San Felipe. Cursó estudios de Magisterio en la Escuela Normal, pero posteriormente se matriculó en la Facultad de Medicina, donde se graduó como Practicante en Medicina y Cirugía menor. Al terminar la carrera inició su trayectoria profesional en Borau (Huesca) y, tras ingresar en el Cuerpo de Practicantes de Asistencia Pública Domiciliaria fue destinado a Peñamellera (Asturias). Algún tiempo después solicitó la excedencia voluntaria y fue contratado por la empresa Maquinaria y Metalurgia Aragonesa, con sede en Utebo, a cuya plantilla perteneció durante 20 años. Reingresó en el cuerpo y tras desarrollar su labor en Muel, Mezalocha y Morata, fue nombrado Practicante Titulas de Épila, donde ejerció durante 18 años, siendo también responsable del Asilo de Nuestra Señora de  Rodanas y coordinador de Enfermería del Centro de Salud. Gran aficionado al fútbol era practicante del club de esa localidad y en su juventud había jugado como defensa en los equipos de Gallur y Jaca.
Pero su recuerdo permanece asociado al Colegio de Enfermería de Zaragoza, al que estuvo vinculado muchos años. Fue Vocal de Asistencia Pública Domiciliaria, Secretario en funciones y finalmente Vice-Presidente durante una larga etapa. Por otra parte, fue uno de los primeros afiliados al SATSE, de cuya junta ejecutiva fue vocal e intervino en la fundación del sindicato CEMSATSE.

En 2003, fue distinguido con la Medalla de Oro al Mérito Profesional, a petición de sus compañeros del Centro de Salud de Épila y en 2006 recibió la Insignia de Oro y Diamantes del Colegio de Enfermería de Zaragoza y la Encomienda al Mérito Colegial del Consejo General de Colegios de Enfermería de España. En 1999, había sido creado en el Colegio de Zaragoza el Premio de Investigación Enfermera “Don Ángel Andía Leza” y allí tiene dedicada la biblioteca. Falleció en Épila, cuando disfrutaba de un merecido descanso el 31 de julio de 2006.



El 28 de mayo de 1948 el Ayuntamiento de Ainzón quiso reconocer el apoyo dispensado por D. Rafael González Gállego, desde su puesto al frente de la Comisaría Central del Paro, tomando el acuerdo en sesión extraordinaria celebrada ese día, bajo la presidencia del alcalde D. José María Sanz Balaguer, de otorgarle el título de “Hijo Adoptivo de la villa”.
Nacido a comienzos de siglo, había ingresado en el Ministerio de Trabajo, Comercio e Industria como Auxiliar de 2ª clase, siendo destinado en 1922 a la delegación de Sevilla, donde en agosto de ese año ascendió a Auxiliar de 1ª clase. En 1935 se encontraba en Madrid, donde por necesidades del servicio se le obligó a realizar horas extraordinarias, con otros funcionarios, para ultimar con rapidez el Censo Electoral Social, imprescindible para la convocatoria de elecciones a vocales de los Jurados mixtos de Trabajo. Al comienzo de la guerra civil se encontraba destinado en Sevilla y el 14 de agosto de 1937, el Subsecretario de Trabajo y Asistencia Social del Gobierno de la República en Valencia ordenó su separación definitiva del servicio, cuando ya era Jefe de Negociado de 3ª clase. Tras el correspondiente expediente de depuración el 10 de mayo de 1939 fue readmitido, sin imposición de sanción, con esa misma categoría, continuando en esa capital andaluza. Por un Decreto de la Jefatura del Estado de 27 de julio de 1943 fue ascendido a Jefe Superior de la Administración civil. Era, por entonces, Subdirector General de Trabajo y vocal de Junta Central de Libertad Vigilada, siéndole concedida el 23 de septiembre de 1944 la Medalla de Oro del Mérito Social Penitenciario. El 28 de mayo de 1945 fue nombrado Comisario Nacional del Paro y en 1947 entró a formar parte de la Junta Rectora de la Escuela Nacional Sindicalista de Capacitación Social de Trabajadores. El 18 de abril de ese año fue cesado en el cargo de Secretario General de la Dirección General de Trabajo, por desempeñar puesto de superior categoría y, en 1948 el ministro de Trabajo José Antonio Girón de Velasco lo nombró vocal del Servicio de Mutualidades y Montepíos Laborales, siendo cesado al año siguiente “por necesidades del servicio”. El 23 de diciembre cesaba también como Comisario Nacional del Paro, por un Decreto de la Jefatura del Estado. Continuó destinado en los Servicios Centrales del Ministerio, hasta que en septiembre de 1958 se le concedió la excedencia voluntaria “por razones particulares”, sin que hayamos podido encontrar referencias posteriores sobre su trayectoria. Hasta ese momento, la distinción otorgada por el Ayuntamiento de Ainzón no había sido la única, pues también le concedió el título de “Hijo Adoptivo” el de Betanzos y su nombre figuraba en escuelas y grupos de viviendas.

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