lunes, 26 de marzo de 2018

Algunas peculiaridades de nuestra procesión de Ramos



         Nuestra procesión, a diferencia de lo que ocurre en otros muchos lugares, no dispone de un paso específico para este día, en el que se represente la entrada de Jesús en Jerusalén, a lomos de un pollino.




         Hubo años en los que esa carencia se suplía con la participación de un pequeño burrito, interpretando el papel de Cristo el recientemente fallecido D. Antonio Irache Cabañero.





         Pero, lo más llamativo es que en la procesión del Domingo de Ramos, al igual que en las que se celebran el Domingo de Resurrección, los miembros de las distintas cofradías que en ellas toman parte lo hacen sin capirote, con la cara descubierta.





         Aquí, por el contrario, lo hacen cubiertos lo que no se ajusta al sentido de la ceremonia, dado que el capirote es señal de penitencia y el Domingo de Ramos rememora la entrada triunfal de Cristo. No obstante, no es el único lugar en el que se ha instaurado esta costumbre, pues también la hemos visto en otras localidades, algunas del mismo obispado.

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