lunes, 5 de marzo de 2018

Fotos de la primera Feria del Campo


         En 1950 se celebró en Madrid la I Feria del Campo, organizada por las Cámaras Oficiales Sindicales Agrarias en un recinto específicamente construido para ella en la Casa de Campo. El éxito alcanzado hizo que, cada tres años, se fueran sucediendo nuevas ediciones, mientras que se iban construyendo pabellones dedicados a todas las provincias españolas, en cuya construcción intervinieron los mejores arquitectos de la época. Concretamente, en 1956 se inauguró el de Zaragoza, donde se reprodujo la Puerta del Carmen de la capital aragonesa.




         Ahora, entre los fondos de la antigua Organización Sindical de Borja hemos encontrado una colección de fotografías, realizadas por D. Jesús Pellicer, que visitó la feria en su primera edición.




         El pabellón de Zaragoza, como puede verse, era relativamente modesto entonces y en su interior se mostraban productos tales como el cáñamo o los vinos de Cariñena.




         Algunas fotografías muestran los pabellones de la entrada y, en concreto, el nº 3 de productos agrarios, a la derecha de la imagen, obra del arquitecto Francisco de Asís Cabrero que fue uno de los autores del diseño de la feria, cuya calidad ha sido destacada por José de Coca Leicher en su tesis doctoral “El recinto ferial de la Casa de Campo de Madrid (1950-1975)” defendida en la Universidad Politécnica de Madrid en 2013 y cuya consulta, posible en red, aconsejamos. Frente a él se sucedían los desfiles de grupos folcklóricos.




         También dejó constancia Jesús Pellicer de la cabalgata que discurrió por la Gran Vía madrileña con motivo de ese evento.



         Pero, junto a la imagen que pudo captar del Jefe del Estado en el momento de su llegada al recinto para proceder a la inauguración de la Feria, apenas mostró interés por “inmortalizar” los diferentes pabellones desde el punto de vista arquitectónico.




         Por el contrario, la mayor parte de las fotos están dedicadas a las jóvenes que, ataviadas con los respectivos trajes regionales, encontró durante el recorrido por el recinto ferial.







         Estos retratos constituyen el núcleo fundamental del reportaje, lo cual no deja de ser significativo, ofreciendo una visión singular de la feria y de los gustos artísticos del que era Alcalde de nuestra ciudad en esos momentos.
         La última feria tuvo lugar en 1975 y, posteriormente, el recinto se abandonó, llegando a ser derribados algunos pabellones. Posteriormente, por iniciativa oficial y privada volvieron a recuperarse varios de los que habían sobrevivido que continúan siendo utilizados para los más diversos fines.

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