Ada Colau y el Almirante Cervera

         Cuando aún no se ha extinguido en nuestra ciudad el eco provocado por la decisión de la alcaldesa de Barcelona Dª. Ada Colau de retirar el nombre del ilustre borjano mosén Juan de Coloma, precisamente cuando se conmemoraba el V Centenario del fallecimiento del que fuera Secretario de los Reyes Católicos, la Sra. Alcaldesa nos ha sorprendido con la eliminación del nombre de la calle dedicada al Almirante D. Pascual Cervera y Topete (1839-1909) sustituyéndolo por el de Pepe Rubianes (1947-2009), el conocido actor y humorista que vivió en esa calle del barrio de la Barceloneta.

         Como ya hemos comentado en ocasiones anteriores, una corporación municipal es muy libre de modificar su callejero e introducir en el mismo las denominaciones que estime oportuno. Pero lo que resulta inadmisible es que para ello se tenga que recurrir a razones falsas y a insultar la memoria de ilustres personajes.

         Porque ni Juan de Coloma fue el responsable de la Inquisición en Barcelona ni el Almirante Cervera se merecía que la Alcaldesa afirmara en el acto de inauguración de la placa que “a Rubianes, que vivió en esa misma calle, le habría gustado que su amado público se reuniese para quitarle el nombre a un facha y ponérselo a él mismo”. Pero eso es lo que ocurre cuando al sectarismo se une la incultura de la que hace gala la Sra. Colau.

         En este sentido queremos recordar el artículo que el 3 de julio de 2013 publicamos en este blog, con motivo del 115 aniversario del combate de Santiago de Cuba, en el que comentábamos el artículo publicado en el diario Granma por el Capitán de Fragata (R) de la Marina de Guerra de la República de Cuba, D. Gustavo Placer Peralta, Doctor en Ciencias Históricas y Miembro de Número de la Academia de la Historia de Cuba, con el título  “La inmolación de la escuadra española”, que finalizaba con la valoración que, sobre este hecho histórico, efectuó Fidel Castro en una entrevista concedida en 1998, con ocasión del I Centenario de ese acontecimiento histórico:

            “…… creo que una de las páginas más heroicas de la historia de España la escribió la escuadra de Cervera, y la más grande victoria moral (….) Se puede decir que no fue la lucha de una escuadra contra otra; fue la lucha barco por barco, uno tras otro, contra una poderosa escuadra. No combatió la escuadra de Cervera, combatió cada barco de la escuadra de Cervera a medida que salían del puerto, y se enfrentaron a aquella línea acorazada”. “Hay que recordar aquella batalla como una victoria del honor y del heroísmo, incluso de la disciplina, pudiera decirse del espíritu de la disciplina, al cumplir aquella absurda orden. Sin embargo, entendiendo que era ese su deber la cumplieron hasta el final”.

         No creemos que la Alcaldesa de Barcelona lea nuestro blog, pero podría haberlo hecho con el diario El País que, en junio de 1998, insertó un artículo titulado “Castro califica de "héroe" al almirante Cervera”, dando cuenta de la visita efectuada por el entonces Presidente de la República de Cuba D. Fidel Castro al B/E Juan Sebastián de Elcano, durante su estancia en La Habana, en el transcurso de la cual manifestó que "Sentimos un gran respeto por los marinos españoles recordando la hazaña de Cervera, algo inolvidable" y dio muestras de un profundo conocimiento de la heroica gesta de nuestros marinos.

         Pero aquellos a los que víctimas de la incompetencia de los políticos de entonces se comportaron como héroes, a juicio de Fidel Castro, se ven ahora convertidos en “fachas”, en palabras de la inefable alcaldesa.

           

         Mencionábamos entonces y volvemos a hacerlo ahora a los soldados nacidos en nuestra comarca que murieron en tierras cubanas, defendiendo el nombre de España sin saber que 120 años después podrían recibir también el mismo calificativo por parte de una “política” de nuestros tiempos:

         Ambel

Ruperto Navarro Sanjuán (Soldado del Regimiento de América). Fallecido a causa de la fiebre amarilla el 22 de agosto de 1897 en Santa Clara.

Norberto Navarro Sanjuán (Soldado del Regimiento de América). Fallecido a causa de la fiebre amarilla el 22 de agosto de 1897 en Sancti Spiritus. (En este caso puede tratarse de la misma persona registrada con distinto nombre.

Borja

Faustino Sanz Lameca (Soldado del Regimiento de Infantería Barbastro). Fallecido a causa de enfermedad el 12 de agosto de 1896 en La Habana.

Marcelino Duisán Soler (Movilizado para el Primer Tercio de Guerrillas). Fallecido a causa de la fiebre amarilla el 27 de diciembre de 1897 en Santiago de Cuba. (Es probable que fuera residente en la isla de Cuba).

Ángel Larrea Espil (obrero de la Maestranza de Artillería). Fallecido a causa de enfermedad el 29 de marzo de 1898 en La Habana.

Magallón

Cayo Bercebal Lameca (Soldado de la Brigada Disciplinaria). Fallecido a causa de la fiebre amarilla el 10 de abril de 1897 en La Habana.

José Bona Ibáñez (Soldado del Regimiento de Infantería Asia). Fallecido a causa de enfermedad el 25 de agosto de 1897 en Santiago de Cuba.

Mariano Ruiz Lázaro (Soldado del Regimiento de Caballería de Puerto Rico). Fallecido a causa de enfermedad el 22 de septiembre de 1897 en Santiago de Cuba.

Pedro Ferrer Corpesea (Soldado del Regimiento de Infantería Isabel la Católica). Fallecido a causa de enfermedad el 28 de agosto de 1898 (¿) en Manzanillo.

Mallén

Pedro Marco Jarreta (Soldado del Regimiento de Infantería Albuera). Fallecido a causa de la fiebre amarilla el 10 de octubre de 1896 en Mariel.

Mariano Polo Martínez (Soldado del Regimiento de Infantería de La Habana). Fallecido a causa de la fiebre amarilla el 31 de marzo de 1897 en La Habana.

Joaquín Heredia Calavia (Soldado del Regimiento de Infantería Asia). Fallecido a causa de enfermedad el 1 de abril de 1897 en La Habana.

Faustino Calavia Lozano (Soldado del Regimiento de Infantería Baza) Fallecido a causa de enfermedad el 7 de octubre de 1897 en La Habana.

Tabuenca

Faustino Ríos Génova (Soldado del Regimiento de Infantería San Quintín). Fallecido a causa de la fiebre amarilla el 3 de marzo de 1897 en Pinar.

A todos ellos, cuando sus nombres se han perdido en el recuerdo de las gentes de su tierra, les dedicamos nuestro reconocimiento y nuestro homenaje, junto con una oración por sus almas.