domingo, 22 de abril de 2018

Las campanas de Borja permanecieron mudas



         Mientras numerosos campanarios (alrededor de mil según los medios de comunicación; muchísimos más según nuestras noticias) hicieron sonar a mediodía de ayer sus campanas, en una acción concertada con ocasión del Año Europeo del Patrimonio, las campanas de Borja permanecieron mudas, tras el toque del Ángelus. Tan sólo nos llegaba el eco lejano de las de Tarazona que sí se sumaron a esta iniciativa que pretendía resaltar los fundamentos de nuestra propia identidad y poner de manifiesto la importancia de este Patrimonio.
         Aunque desde hace tiempo intuíamos lo que iba a ocurrir, no por ello dejamos de sentir una profunda tristeza ante esta falta de sintonía que, por otra parte, ni implicaba gastos ni mayor molestia que la de dar la orden oportuna.
         Por cierto, las campanas tampoco sonaron en las antiguas comunidades cristianas, antaño pertenecientes a Roma y de las que procede nuestra Fe, entre otras razones porque hace cientos de años que las torres se convirtieron en alminares y sus campanas fundidas o transformadas en lámparas como hizo Almanzor con las de la catedral compostelana.

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