jueves, 21 de junio de 2018

Recordando a la Congregación Mariana en el día de su Patrón


         El 21 de junio era una fiesta grande en Borja, porque ese día la Congregación Mariana y la Juventud de Acción Católica celebraban la fiesta de su Patrón, San Luis Gonzaga, de forma muy solemne. Desaparecida la Congregación y sin que la Acción Católica cuente con una sección específica de jóvenes, San Luis pasó a ser, años después, el Patrón de la Policía Local.





         La Congregación tenía su sede canónica, al igual que las Hijas de María, en la iglesia del antigua convento de dominicos, ahora convertida en Auditorio Municipal. San Luis tenía altar propio, en el que se le veneraba junto con otros dos santos jesuitas, modelo para los jóvenes: San Estanislao de Kotska y San Juan Berchmans, pero en el día de su fiesta, la imagen de San Luis se colocaba en el altar mayor de la iglesia. Es sorprendente que se hayan conservado estas antiguas fotografías que documentan lo que estamos relatando.



         Los actos daban en la noche de la víspera con el rezo del Santo Rosario y el canto de la Salve. El día 21, comenzaba con el canto de la Aurora, seguido del Rosario por las calles de la ciudad. Queremos llamar la atención sobre la hora en la que se iniciaba la Aurora: las cuatro y media de la madrugada. Eran otros tiempos.

         A las ocho y media, sin desayunar, dadas las normas entonces vigentes, tenía lugar la Misa de Comunión general, en la que participaban cientos de jóvenes. A las once, cada año se imponían las medallas a los nuevos congregantes y a continuación se celebraba la Solemne Fiesta, en la que el sermón corría a cargo de prestigiosos oradores sagrados.
        


         Por la tarde, a las ocho, se procedía al rezo del Santo Rosario en la iglesia y después partía de ella la procesión con la imagen de San Luis y las de San Estanislao y San Juan, llevadas a hombros por congregantes con la medalla al cuello, cuyo uso era obligatorio, como se hacía constar en los programas.



         La Congregación, aunque con un remoto precedente había sido fundada en 1903 por el Beato P. Pablo Bori Puig S. J. durante su estancia en Veruela. Fue su consiliario durante varios años, hasta que pasó a desempeñar otros destinos dentro de la Compañía de Jesús. El P. Bori fue detenido en Valencia en 1936, cuando tenía 71 años y fusilado el 29 de septiembre de ese año en Benimaclet. En el momento de su ejecución bendijo a sus verdugos y les perdonó. Fue beatificado por San Juan Pablo II en 2001. Fue con ocasión de unos ejercicios que impartió en la iglesia del convento de la Concepción cuando propuso a los jóvenes borjanos crear la Congregación, eligiendo a San Luis como Patrón de la misma. Es importante destacar esta relación del mártir jesuita con nuestra ciudad, a pesar de que quienes deberían hacerlo nunca le hayan dedicado el más mínimo recuerdo.




Pero la semilla sembrada por un santo, alcanzó sus mayores frutos, gracias a la actividad pastoral de un sacerdote borjano, queridísimo en nuestra ciudad, D. José María Pereda Matud (Mosen Pepe) que, el mismo año de su fundación, fue nombrado Vice-Director y ocho años después se convirtió en Director de la Congregación.



         A su impulso se debió la creación de la Casa del Congregante, en el edificio de la calle Mayor al que hicimos referencia recientemente y que fue inaugurado en 1928. A Mosén Pepe, si le fue dedicada una calle, pero su nombre fue eliminado del callejero borjano, por una decisión que nunca compartimos, porque fue un hombre de bien, dedicado por entero a su ciudad y a la formación de sus jóvenes. Por motivos diferentes, su aquella Casa que tanto esfuerzo le costó levantar terminó siendo derribada, cuando ya la Congregación hacía tiempo que había dejado de existir. 

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