viernes, 13 de julio de 2018

Mariano Irache en la Ofrenda Nacional al venerable Luis de Trelles


         Entre los días 4 y 8 de julio, la Fundación Luis de Trelles ha celebrado en Zamora su vigésimo noveno Curso de Verano, y la Ofrenda Nacional en la Tumba del Venerable Luis De Trelles, fundador de la Adoración Nocturna Española, cuyos restos reposan en la catedral de esa ciudad castellana.




         En esta ocasión le correspondió realizar la ofrenda al borjano D. José Mariano Irache Cabañero, en su condición de Delegado de la Zona de Aragón de la Adoración Nocturna, el cual fue presentado por el Presidente de la Fundación “Luis de Trelles” D. Antonio Troncoso de Castro, Coronel Auditor del Cuerpo Jurídico Militar (R.) y ex fiscal del Tribunal Supremo. Se da la circunstancia de que el venerable Luis de Trelles fue también auditor militar.




         En sus palabras, cuyo texto íntegro reproducimos al final, D. Mariano Irache resaltó que una de las primeras fundaciones del Venerable Trelles fué en Zaragoza y que en mayo de 1879 se realizó la Primera Vigilia en la capital aragonesa. En Borja la primera vigilia tuvo lugar en junio de 1915.




         En esta otra imagen aparece D. Mariano Irache Cabañero, ante la tumba del venerable Luis de Trelles, tras efectuar la ofrenda floral. Estas son las palabras que pronunció:
          Vaya mi primer saludo para el Excelentísimo Cabildo de la Santa Iglesia Catedral de Zamora, que cada año nos acoge con tanto cariño y guarda la tumba de nuestro Fundador.
         Saludo al Sr. Presidente y miembros de la Fundación Luis de Trelles, así como al Sr. Presidente Mundial de la Federación de las Obras Eucarísticas de la Iglesia, también al Sr. Presidente del Consejo Nacional de la Adoración Nocturna Española y a los miembros del Consejo Nacional, y como no a los Adoradores y Adoradoras de Jesús Sacramentado, y a los devotos del Venerable  Luis de Trelles.
         Doy gracias a Dios, de tener hoy el honor de hacer la Ofrenda floral ante la tumba del Venerable Luis deTrelles, que esperamos pronto invocarlo como Beato.
         Las grandes obras de Dios, solo las hacen los grandes hombres, que se han hecho pequeños, y mucho más si sus obras, cuentan con el apoyo del Santísimo Sacramento del Altar.
          Hoy me encuentro realizando esta ofrenda venido de una tierra dura, Aragón, concretamente de Borja, tierra dura pero Noble y Leal, que supo escuchar los que D. Luis les transmitió, y la lámpara de la Adoración Nocturna prendió.
          D. Luis, cuando comenzaste a preparar e inculcar el carisma de la Adoración Nocturna en Aragón, concretamente en Zaragoza, y que la primera Vigilia fue el 21 de mayo de 1879, algo muy importante ocurrió, pues  luego se sumaron otros turnos y poblaciones, seguro no esperabas lo ocurrido pasados mas de 100 años. Que la Lámpara siguiera encendida  y hoy en Aragón se celebren muchos turnos.
         Seguramente, aunque lo hiciste inspirado por quien todo lo puede, no contabas que pasados estos años, tu Obra persistiera, y que, a pesar de los avatares de esos tiempos, fuese una gozosa realidad.
         Y esa obra es una realidad en mi Diócesis, donde a pesar de contar con solo 40.000 habitantes, dando gracias a Dios, todos los meses se hacen Vigilias en diez Secciones y diez localidades diferentes, no sin dificultades, pero seguro que no son menos que las que te encontraste cuando fundaste en España la Adoración Nocturna; de ello damos gracias a Dios.
Cuando hace un año, comenzamos el curso vigésimo octavo, en las faldas del Moncayo, entre las poblaciones de Ágreda, Tarazona y Borja, no pensaba que me vería en esta tesitura de hacer esta ofrenda floral hoy en este lugar, y mucho menos si estaría a la altura de lo que este Acto y D. Luis se merecen.
         A mi humilde entender, pienso  que este gran hombre, lo que realizó, no lo hizo con esperanza de que se le rindieran los homenajes que en vida evitó, sino que lo hizo guiado por Dios, para que los Adoradores de Noche siguiéramos su ejemplo y recapacitáramos para que la Palabra de Dios, que hemos escuchado y meditado durante la noche, la hagamos vida en nuestras obligaciones diarias.
         ¡Venerable Luis!, tenemos que celebrar que va a cumplirse el bicentenario de tu nacimiento, que tu vida, además de ejemplar, como todos sabemos, fue reflejo de lo que creías y lo que Jesús Sacramentado desde el Sagrario y en la Adoración Nocturna, quería que hicieses, y ante Él lo aprendías para hacer que llegase a todos los Adoradores.
         Durante tu vida cumpliste el mandato del Señor,” lo que hicisteis a uno de estos más pequeños, a mí me lo hicisteis,”, estuviste con los necesitados, ayudaste a los presos, defendiste a los pobres, amaste a tus enemigos y nos has dejado un ejemplo vivo de perdonarlos.
          Ejemplos que, por desgracia, muchas veces olvidamos. Por ello, deberíamos leer más tus escritos, para conocerte más, y poner en práctica tus consejos que siguen siendo actuales. Hoy vivimos en un mundo que está construyéndose de espaldas a Dios, y así nos va.
         Lo que está claro es que tenemos que rezar más, y mejor, poniendo todo el corazón. Rezar por este Mundo y por nosotros, para que reconozcan a Jesucristo  como Rey y Señor, como tú nos lo enseñaste.
         Tenemos la obligación de comunicar a todos, que si Dios desaparece de la vida habitual, la humanidad será un caos agónico por falta del “Amor de los amores”, que nos sigue esperando cada noche en el Sagrario. La clave es la oración, y la adoración en reconocerle Rey y Señor de los Señores.
         Seguro que si cumplimos con nuestra obligación como Adoradores, como tú nos dejaste escrito, el mundo será mas feliz y alcanzaremos la Gloria que todos deseamos y que Cristo nos ha regalado, y actualizamos en cada Vigilia de Adoración.
         ¡Venerable Luis!, te pido en comunión con todos los  Adoradores del Mundo, que ilumines a quienes llegan a las Órdenes Ministeriales, para que sean Sacerdotes según el Corazón de Jesús.
         Que haya laicos comprometidos que sigan tu ejemplo, en la vida familiar, social, política y apostólica.
         Que intercedas por nosotros. Ilumínanos y ayúdanos a entender nuestra labor en el mundo. Intercede también por nuestros hermanos Adoradores enfermos, que a causa de su enfermedad, no nos pueden acompañar en las noches de Adoración; ayúdales a llevar su enfermedad, y hazles entender que su situación en estos momentos, es estar completando con su cruz lo que falta a la Pasión de Cristo por la Iglesia, y que como antes lo hacían ante el Señor, dales el consuelo y la ayuda que necesitan en el cuerpo y en el alma.
         Ayúdanos a incrementar los lazos de unión entre la Adoración Nocturna y la Fundación que lleva tu nombre, y que sepamos entre todos celebrar como se merece el segundo Centenario de tu nacimiento.
         Que la ayuda maternal de la Virgen, que siempre llevaste en el corazón e invocabas en  cada Vigilia, nos consiga el milagro que necesitamos para poder venerarte en los Altares, para Gloria de Jesús Sacramentado y ejemplo nuestro.
         Recibe estas flores como ofrenda de nuestro afecto, estima y veneración, y Aquel a quien cada día Adoramos como nuestro Rey y Señor, siga guiando nuestros pasos como lo hizo contigo, para gloria de Jesús Sacramentado. Amén.”

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