El pasado 26 de mayo dedicamos
un artículo a la higuera que había crecido en uno de los contrafuertes de la
nave de la colegiata de Santa María. Señalábamos entonces la conveniencia de
eliminarla, antes de que fuera mayor, al igual que lo hicimos en su momento con
otra que apareció sobre la portada del convento de la Concepción. Alguno de
nuestros lectores se sumó a esa petición, afirmando que ya se había percatado,
con anterioridad, del peligro que entrañaba para la estructura del
contrafuerte.
Durante
estos meses, la higuera se fue haciendo mayor e incluso dio fruto, pero antes
de que sus higos llegaran a madurar el pequeño árbol ha sido arrancado. Nos
hubiera gustado que, al mismo tiempo, se hubieran reparado los desperfectos
ocasionados que, como puede observarse en esta imagen, afectan a alguna de las
tejas que protegen en remate del contrafuerte, pero no ha sido así.
La
retirada se ha llevado a cabo en el transcurso de las obras de retejado de la
capilla del Sagrado Corazón. Obras
necesarias dado el mal estado en que se encontraba su cubierta, lo que
ocasionaba que hubiera numerosas goteras.
En las
obras realizadas se ha eliminado el antiestético tejado que desde la pared de
la nave vertía sobre la cubierta de la cúpula de la capilla, quedando liberada
la parte de la decoración mudéjar del muro que permanecía oculta.
Ha
sido reparada también la chapa que cubre la linterna de la cúpula, aunque
hubiera podido aprovecharse la ocasión para devolverle su primitivo aspecto que
es el que aparece en esta imagen en blanco y negro, realizada en los años 70
del pasado siglo cuando aún no había sido sustituida ni eliminado su remate que
fue reemplazado por la sencilla cruz que ahora existe.
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