sábado, 18 de agosto de 2018

La recuperación de la judería de Borja


         La actual corporación municipal de Borja ha apostado decididamente, tras un abandono casi secular, por la recuperación de la antigua judería de nuestra ciudad. El proceso comenzó con la pavimentación de la calle de Mateo Sánchez, conocida popularmente como “costera de San Pedro”, pero que en época medieval era denominada “senda de Basenta” y fue trazada como ampliación de la judería original.




         Inicialmente, los judíos fueron alojados en el interior de la alcazaba o Cinto, bajo la protección real y con la obligación de mantener y reparar las obras de fortificación. A ese recinto se accedía por la llamada “puerta del Cierzo” que dio lugar el topónimo “Portaza”, aún subsistente. Pero cuando su número creció, comenzaron a edificarse casas en el camino o senda por el que se accedía al castillo.





         Surgió así la “judería de Basenta” de la que el Prof. D. Miguel Ángel Motis Dolader, el mejor conocedor de la historia judía de nuestra ciudad, acaba de encontrar un nuevo testimonio documental, cuyo texto literal dice así:

         “Item, ultra de lo sobredicho, cupo al rey nuestro senyor hun treudo que era del dicho Miguel Gallinero [judeoconverso de Borja], ques sobre huna casa, siquiere cambras, de Simuel Benaçan, jodio, sastre, sitiada en la judería de fuera, llamada la juderia de Basenta, que affruenta con casas de Jento de Aragon, jodio, e con casas de Abraham Gallat, jodio, e con carrera publica”.


         Los datos que aporta son sumamente interesantes pues además de mencionar expresamente a esa parte de la judería nos facilita la identidad de cuatro de sus moradores: Abraham Gallat, Jento de Aragón, Samuel Benaçan y Miguel Gallinero, este último converso, a pesar de lo cual seguía residiendo en la zona judía. Por otra parte, nos informa sobre la profesión de sastre de Samuel Benaçan.




         El Prof. Motis ya destacó, en su momento, la importancia de la calle de Trébedes, por tratarse de un elemento singular de nuestro urbanismo, dado que su función era impedir que las casas de los judíos de la costera de San Pedro se adosasen a las contiguas de los cristianos, de ahí lo angosto de su trazado.

         La imagen de la misma sirvió de portada hace años a la Guía del Aragón judío, publicada por la Diputación General de Aragón, aunque su estado ha ido empeorando en el transcurso del tiempo.




         Comoquiera que el resto de la calle ya ha sido recuperado, es de esperar que el M. I. Ayuntamiento proceda en un futuro próximo a la rehabilitación del resto, ahora separado por una reja, pues como hemos señalado es un elemento urbanístico de gran interés histórico.

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