jueves, 16 de agosto de 2018

Solemnidad de la Asunción en Borja


         Ayer, en Borja como en toda la Cristiandad, se celebró la solemnidad de la Asunción de la Virgen, advocación mariana que es la titular del retablo mayor de la colegiata de Santa María.





         El retablo que fue realizado en el siglo XVII por los hermanos Mesa, destacados escultores bilbilitanos, pero la imagen que lo presidía no es la existente en la actualidad. La original se conserva en la sacristía del templo, porque en el siglo XVIII el cabildo de la colegial, por considerar que su iconografía respondía más bien a un modelo inmaculista, decidió reemplazarla por la que ahora vemos, encargada al escultor Santiago Marsili, autor también sobre la peana con ángeles sobre la que se asienta, dado que fue elevada hasta convertir el antiguo óculo eucarístico, que se abría al trasagrario, en una especie de nimbo que rodea la cabeza de la Virgen.




         Lo que quizás no todos recuerden es que el boceto en barro cocido que el escultor presentó, para su aprobación, a los miembros del cabildo, se ha conservado y ahora se puede contemplar en la sala V del Museo de la Colegiata, tras ser donado en 1992 por la familia de D. José María Chueca.

         Es una pieza de gran importancia, dado que no es frecuente el que hayan llegado hasta nuestros días este tipo de bocetos. En este caso, ha sido posible porque Marsili lo regaló a una joven de la casa en la que residió durante su estancia en nuestra ciudad, donde se conservó hasta nuestros días en la vitrina o “escaparate” en la que fue colocado.



         La solemnidad de la Asunción es también conocida como la de la “Dormición de la Virgen”, y son frecuentes las representaciones de la Virgen en el momento de su muerte o “dormición”, antes de ser llevada al Cielo en cuerpo y alma, como fue definido dogmáticamente por el Papa Pío XII el 1 de noviembre de 1950.




         En Borja existen varias imágenes de este tipo y en la iglesia del convento de Santa Clara se coloca una de ellas (habitualmente expuesta en el museo del convento), con motivo de la fiesta que todos los años celebra la familia San Gil, en cuyo palacio de la calle Mayor se conserva otra de gran belleza. Hay otras tres en el convento de la Concepción, a las que hay que añadir, en nuestra comarca, la venerada en la iglesia parroquial de Magallón que hace unos años fue “redescubierta” y restaurada.

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