sábado, 15 de septiembre de 2018

Antiguos impresos y una referencia bíblica


         Hoy traemos a nuestras páginas tres antiguos impresos, relacionados con Mallén y Borja, todos ellos procedentes del archivo de la familia Zapata. El primero de ellos este recibo correspondiente a la cuota mensual, de 8 reales de vellón, que abonaban los socios del “Círculo del Recreo” de Mallén, en 1869, un casino existente en esa localidad del que no teníamos noticia.



         Curioso este billete o papeleta  para la rifa “del Cerdo de las Almas de Mallén”, confusa expresión que, evidentemente, se refiere al sorteo que la cofradía de las Almas de esa localidad realizaba todos los años. En muchos lugares era la cofradía de San Antón la que rifaba un cerdo. En el caso que nos ocupa lo hacía la de las Almas, entonces existente. Eran papeletas de pequeño tamaño (8,5 x 5 cm.), impresas en una hoja que se recortaba, tras escribir a mano el número que correspondía a cada portador.





         Reproducimos también este recibo de la adquisición de sal, un producto “estancado”, es decir que era monopolio del Estado, desde que fuera introducido este sistema por Felipe II, en el siglo XVI. Algo similar a lo que todavía ocurre con el tabaco. De su distribución se encargaban las Administraciones de Rentas Estancadas repartidas por todo el territorio nacional. Una de ellas en Borja, como puede apreciarse en el sello que figura al dorso.
         Pero el recibo nos permite recordar una palabra que pocos reconocerán. Porque la sal se recogía en el “Alfolí de Borja”. La Real Academia Española da dos acepciones para la misma: “Granero o Pósito” y “Almacén de la sal”, señalando que procede de “alhorí” y éste del árabe “alhurí”.
         Nos ha traído resonancias bíblicas, dado que, en la antigua traducción española del Antiguo Testamento en el libro de Malaquías 3:10, se leía: “Traed íntegramente los diezmos al alfolí para que haya alimentos en mi casa” (Nacar-Colunga). Esa misma palabra “alfolí” se sigue utilizando en todas las versiones castellanas de las biblias protestantes. Sin embargo, en la actual versión oficial de la Conferencia Episcopal Española que, en su deseo de vulgarización de la Sagrada Escritura, aprobó una pésima traducción, encontramos “Traed todos los diezmos al tesoro y habrá sustento en mi templo”. No sabemos en qué fuentes se habrán inspirado los autores de la misma, dado que en la Vulgata, versión oficial de la Iglesia Católica se lee: “Inferte omnem decimam in horreum, et sit cibus in domo mea” y la palabra “horreum” hace referencia expresa a granero o almacén, de la que procede a su vez el término “hórreo” de Galicia y otros lugares.
         Es evidente que, aprovechando que el Ebro pasa por Zaragoza, criticamos esa versión oficial que provoca alergia en algunos lectores, especialmente cuando utiliza palabras como “orvallo” que la Real Academia Española admite como sinónimo de “llovizna” en Asturias, Galicia y León.
La encontramos en el versículo primero del “Cántico de Moisés” (Deuteronomio, 32): “descienda como lluvia mi doctrina, destile como rocío mi palabra, como llovizna sobre la hierba, como orvallo sobre el césped”.
En la Vulgata se lee: “Concrescat ut pluvia doctrina mea, fluat ut ros eloquium meum, quasi imber super herbam, et quasi stillæ super gramina”. Es cierto que “ros”, “imber” y “stillae” con casi sinónimos y traducirlos puede ofrecer cierta dificultad cuando se quieren utilizar a palabras diferentes. Pero, de ahí a recurrir a un localismo media un abismo.
En la versión de Nacar-Colunga se traducía como: “Destile como el rocío mi discurso, como la llovizna sobre la hierba, como las gotas de la lluvia sobre el césped” y en una conocida versión protestante (Reina Valera) se presenta como: “Goteará como la lluvia mi enseñanza; destilará como el rocío mi razonamiento; como la llovizna sobre la grama, y como las gotas sobre la hierba”.
No seguimos por temor a molestar a D. Jesús Sanz Montes que tituló su obra dedicada a los Comentarios sobre los Evangelios (ciclo A), precisamente con el título Como orvallo sobre el césped, justificado en este caso, pues aunque nacido en Madrid, es el actual arzobispo de Oviedo.

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