miércoles, 17 de octubre de 2018

El primer sello de Correos de España


         Entre los documentos del archivo de la familia Zapata, donado a nuestro Centro, hemos encontrado el sobre de una carta dirigida a D. Pedro Pablo de Navas, entonces residente en la plaza de San Felipe nº 19 de Zaragoza, franqueado con el primer sello de Correos que se emitió en España, en 1850, con un valor facial de 6 cuartos.



         Fue por un Real Decreto de 24 de octubre de 1849 cuando se sustituyó el antiguo sistema de pago del correo, mediante la introducción de sellos adhesivos que se expendían en todos los estancos del reino y que entraron en vigor el 1 de enero de 1850.
         En esa primera emisión los valores faciales eran de 6 cuartos, 12 cuartos, 5 reales y 10 reales, a los que se añadió otro de 6 reales. Con ellos se podían cubrir las tarifas establecidas que, para las cartas sencillas, era de 6 cuartos; para las cartas dobles, de 12 cuartos; y para las certificadas de cinco reales cada media onza. Los de 6 reales fueron necesarios para las cartas certificadas al extranjero.


         Del valor facial de 6 cuartos se conocen, al menos, dos variantes, diferenciadas por la separación existente entre la “T” y la “O” de la palabra “CUARTOS”, separadas en la primera y unidas en la segunda, por lo que el sello que hemos encontrado pertenece a la segunda variante.
         Está inutilizado con una marca de araña negra. Ello era obligatorio para todas las administraciones en las que se depositaban las cartas, con el fin de que no pudieran volver a ser reutilizados. Debía ser de tinta negra de imprenta y, a ser posible, conteniendo aceite, ya que dejaba inservible el sello.



         En todos los modelos de estas primera series se representó la imagen de la reina Isabel II. El grabado fue realizado por Bartolomé Corominas, que era el grabador jefe de la Fábrica Nacional de la Moneda, donde se imprimieron, tomando como modelo  a una medalla que, para el Regimiento de Ingenieros había acuñado en París el escultor Joseph Arnold Pingret. El de seis cuartos fue realizado en color negro, con la particularidad de que la reina mira hacia la izquierda del sello, mientras que en los restantes lo hace hacia la derecha, al igual que ocurría en la medalla citada. Probablemente, esta disposición se debió al deseo de que, por el color y el diseño, se asemejara al primer sello que circuló en el mundo: el “Penny black” del Reino Unido.



         El fechador, impreso en la parte posterior del sobre fue estampado en Zaragoza el 16 de noviembre de 1850, con tinta de color rojo, que era la reglamentaria en las 31 carterías en las que se dividió el territorio peninsular (26), y los correspondientes a África, Canarias, Baleares, Cuba y Puerto Rico (pertenecientes al mismo) y Filipinas.



         España fue el décimo país del mundo en introducir los sellos postales. El primero fue el Reino Unido, con el famoso “One penny” ya citado, emitido el 1 de mayo de 1840 con la imagen de una joven reina Victoria. Como puede apreciarse es muy similar en su diseño al 6 cuartos español de Isabel II.



         La introducción de este sistema fue debida a una iniciativa presentada ante el Parlamento británico por Rowland Hill (1795-1879), un maestro al que se le ocurrió la idea, cuando en uno de sus viajes, se alojó en una posada a la que, poco después, llegó un empleado de Correos para hacer entrega de una carta a la posadera, la cual la devolvió por no tener el dinero suficiente para abonar el importe de su transporte, como se hacía entonces. Hill, muy caballerosamente, se hizo cargo del mismo y, tras entregar la carta a la posadera, comprobó sorprendido que estaba vacía. Ignoraba que el remitente era su novio, el cual sabía que su prometida no sabía leer, por lo que había llegado a un acuerdo con ella, para que, mediante unos signos escritos en el sobre pudiera saber que se encontraba bien. La posadera los vio y supo las noticias que esperaba, por lo que ya no necesitaba pagar el importe de la carta.




         Pero el bueno de Hill comprendió que el servicio postal hubiera evitado la devolución de la carta, si hubiera sido franqueada en origen, por lo que diseñó el famoso sello con la imagen de la reina que, tras su aprobación en la Cámara de los Comunes, circuló por vez primera el 6 de mayo de 1840, diez años antes que el primer sello español. La reina le concedió el título de “Sir” y sus restos reposan actualmente en el Panteón de Hombres Ilustres de la capilla de San Pablo de la abadía de Westminster, porque en el Reino Unido se honra a los hombres que han contribuido a la grandeza del país. Allí se encuentra su busto y bajo las fechas de su nacimiento y muerte, la referencia a que fue el organizador del sistema de “Penny Postage”.

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