Hoy se
celebra la fiesta de San Francisco de Asís y lo hará de una manera especial la
comunidad de religiosas franciscanas clarisas, pertenecientes a la segunda
orden de la gran familia inspirada en el Santo de Asís.
No
podremos compartir con ellas este día, pero las recordamos con la imagen del
Santo que preside el retablo del antiguo convento de San Francisco que hoy se
encuentra en la iglesia de Santa Clara.
No es
la única representación iconográfica del Santo conservada en ese templo, pues
también podemos verlo en un interesante lienzo, situado en uno de los laterales
de su nave central, correspondiente al denominado “Abrazo místico de San
Francisco y Santo Domingo de Guzmán”, los fundadores de las dos órdenes que
cambiaron el sentido de la Cristiandad en un momento especialmente difícil de
la historia de la Iglesia.
Más
desapercibida pasó la fiesta de San Francisco de Borja celebrada ayer, a pesar
de que en la antigua parroquia de San Bartolomé se venera una imagen suya,
realizada por los hermanos Albareda de Zaragoza, cuyo boceto en escayola,
sirvió como motivo del cartel anunciador de la exposición "Estampas de Santidad. San Francisco de
Borja y los santos españoles de su tiempo", organizada en Valencia en
2010, con ocasión del V centenario de su nacimiento en Gandía.
En la
misma iglesia se encuentra una de las escasas reliquias de San Francisco, dado
que su cuerpo fue quemado en Madrid, al inicio de la II República. El relicario
en plata que la alberga ahora, fue realizado por el orfebre zaragozano Domingo
Estrada, padre, en 1765, por encargo del borjano D. Simón Bergerol beneficiado
del Pilar de Zaragoza, para una reliquia de San Bartolomé que, como demostró el
Dr. Aguilera Hernández, pasó después a un relicario de factura moderna.
Por
otra parte, en el Santuario de Misericordia existe una pintura mural al óleo,
que fue realizada por Julio García Condoy, ubicada a la derecha del retablo
dedicado a la Virgen del Pilar. Además, Borja quiso perpetuar el recuerdo al
que fuera duque de Gandía y Prepósito General de la Compañía de Jesús, dando su
nombre al parque de la ciudad.
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