viernes, 16 de noviembre de 2018

Novillas o Novallas

Novallas

         Cualquier investigador sabe que el manejo de las fuentes primarias es fundamental en el proceso de una investigación, aunque la interpretación de las mismas entraña en ocasiones algún problema, por lo que siempre es necesario contrastarlas.
         Así nos ha ocurrido con un documento localizado en el archivo de la familia Zapata, del que parecía desprenderse la increíble noticia de que, durante un período del siglo XVII, hubo un convento de carmelitas descalzos en Novillas. Merece, por lo tanto, relatar lo acaecido.

         Es bien conocido que, cuando los carmelitas descalzos quisieron fundar en Tarazona encontraron muchas dificultades, algo no excesivamente extraño cuando una nueva comunidad pretendía establecerse en cualquier ciudad.




         En la obra Reforma de los descalços de N. Senora del Carmen de la primitiva observancia que escribió fray Francisco de Santa María se relata cómo, a pesar de que disponían de los recursos necesarios para la fundación, las dilaciones experimentadas les llevaron a pedir licencia al conde de Castellflorit, para establecerse en Novallas, “que está a un legua de Tarazona”, donde el 6 de diciembre de 1654 tomaron posesión de unas casas, que eran propiedad de D. Luis Alberto de la Peña, caballero de Tarazona, situadas a la entrada de esa localidad, en las que fundaron el convento con el título de Santa Teresa de Jesús.



Allí permanecieron hasta 1680 cuando, a la vista de las dificultades que entrañaba, dados los escasos recursos del lugar, donde no había ni médico ni boticario, se trasladaron finalmente a Tarazona, no sin sufrir las penalidades derivadas de un dilatado pleito en el que llegaron a intervenir monarcas y pontífices. Se aposentaron primero en unas casas que les cedió el conde del Villar, donde estuvieron veinte años hasta que finalizaron las obras del nuevo convento y su iglesia que ha llegado hasta nuestros días, primero como parroquia y finalmente como mero templo, aún conocido como del Carmen. Parece evidente que el convento de Tarazona tuvo su precedente en otro fundado en Novallas del que, tras 26 años, se trasladaron a esa ciudad.



         Sin embargo, en el archivo de la familia Zapata, ahora en poder del Centro de Estudios Borjanos, existe un expediente sustanciado ante la Real Audiencia de Aragón por el “prior, religiosos y convento de carmelitas descalzos de la ciudad de Tarazona”, reclamando el pago de un censo de mil sueldos jaqueses de pensión anual, impuesto por D. José de Blancas, infanzón, y su mujer Dª. Teresa de Angulo, domiciliados en Gallur, sobre unos campos sitos en Mallén y Novillas.




         El censo fue impuesto el 11 de enero de 1670, año en el que, según se indica en el documento el convento de carmelitas residía en el lugar de Novillas, desde donde se trasladó después a la ciudad de Tarazona. Y no sólo en una ocasión sino en varias se menciona a Novillas, como el lugar en el que se encontraba el convento.


Castillo de Novillas


         Evidentemente, hay una confusión entre “Novillas” y “Novallas”, pero lo llamativo es que eso quedara reflejado en un litigio en el que entendía la Real Audiencia y que del error no se percataran las partes litigantes. Es cierto que ello ocurría en 1759 y que el notario otorgante que era Pedro José de Burgos, escribano de Cámara, pudiera interpretar mal lo que se le dictaba, pues en fácil confundir ambas localidades, pero cualquier persona que se atuviera a lo expresado en el texto que acabamos de comentar, llegara a la conclusión que el convento de Tarazona estuvo primero en Novillas pero parece ser que no fue así y, por el momento, los documentados en nuestra comarca son los cuatro de Borja: franciscanos, agustinos, capuchinos y dominicos; el de franciscanos de Mallén; y el de dominicos de Magallón.

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