miércoles, 6 de marzo de 2019

Triduo en honor a la Virgen del Niño Perdido


         Junto a la donación de la imagen de la Virgen del Niño Perdido, de la que ya hemos informado, la familia Araus ha entregado al convento de Santa Clara, un librito titulado Triduo devoto a María SSma. Señora Nuestra en el misterio del Niño Perdido y hallado en el Templo, venerada en su milagros imagen, colocada en el colegio de agustinos recoletos descalzos de la villa de Caudiel, del reino de Valencia. Fue editado en Valencia por Francisco Burguete, aunque no se hace constar el año. Sin embargo ese impresor estuvo activo en la capital del Turia en el último tercio del siglo XVIII, época a la que debe corresponder la publicación.
         Se da la circunstancia de que la misma no aparece reseñada en el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español, donde se da cuenta de otras dos ediciones a las que nos referiremos más adelante.

         La obra, en cuya primera página se inserta un sencillo grabado de la Virgen, consta de 96 páginas en las que se incluyen los textos correspondientes al triduo, junto con los Gozos y el Himno a la Virgen.





         El autor del mismo fue fray Lucas de la Concepción, religioso de ese convento de Caudiel que es quien lo firma en la página 10. En la anterior incluye una curiosa composición poética, en forma de acróstico en el que con las primeras letras de cada verso puede leerse N. S. DEL NIÑO PERDI, finalizando todos con la sílaba “DO”, del título de la advocación.




         Como hemos indicado se conocían dos ediciones de esta obra. Una de ellas también impresa en Valencia, en este caso fechada en 1755 y editada en la imprenta de los herederos de Gerónimo Conejos. La otra es anterior pues se imprimió en Valladolid en 1754, por Alonso de Riego, a instancias de la comunidad de religiosos agustinos que se habían establecido en la villa de Portillo en 1590.

         De ambas, los únicos ejemplares documentados en el CCPBE son los que se encuentran en la Biblioteca Municipal de Huelva, lo que demuestra la rareza de la obra, aunque sin duda habrá más ejemplares dada la difusión que esta advocación mariana tuvo en el ámbito de la orden de San Agustín. De hecho, en 1834 aún se hizo una nueva edición en Cervera y nuestro amable comunicante D. Albert Ventura Rius nos ha informado que conoce otras. Lo cual no resta importancia a la de Borja que, por el momento, es ejemplar único.




         La donación de la familia Araus incluye, asimismo, esta lámina con la imagen de la Virgen del Niño Perdido, venerada en Caudiel, la cual viene enmarcada. De sencilla factura y coloreada no conocíamos otros ejemplares, aunque existen varios tipos de grabados, lo cual no quiere decir, por supuesto, que estemos ante un ejemplar único. (Nos hemos percatado de que al insertarla en el blog la imagen se gira, sin que podamos corregir este error).

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