Días
atrás informamos de que, junto con el inventario de la iglesia parroquial de
Agón, habíamos realizado un estudio del denominado “Libro de la cofradía de San
Antón” de esa localidad que, en realidad fue, desde sus orígenes una hermandad
sin que llegara a erigirse canónicamente.
Su
valor simbólico es tan grande que este mismo año ha sido colocado, en el interior
de una vitrina, en el presbiterio de la iglesia, donde aún no se encontraban en
diciembre pasado cuando comenzamos a tomar imágenes del templo, para ilustrar
el inventario.
A
diferencia de otros libros de cofradía en los que, únicamente, se deja
constancia de sus Juntas Generales y de los ingresos y gastos, en este singular
libro, comenzaron a ser reflejados, tras la guerra civil, los acontecimientos
más destacados acaecidos en el municipio, pero también en España y en el mundo,
de manera que ha llegado a convertirse en una excepcional crónica de la vida de
la localidad, y de la manera que, desde ella, se contemplaba la situación
política y social del momento.
Una
característica importante es que las crónicas eran redactadas por el hermano
encargado de la organización de la fiesta del Santo cada año; en algunos casos
con una caligrafía muy cuidada y siempre con una redacción que sorprende por su
corrección, al margen de las opiniones expresadas por los correspondientes e
improvisados cronistas.
De
ahí, que hayamos preparado un estudio de su origen y evolución, así como de las
características de la fiesta de su titular, con los elementos que la integran,
transcribiendo al mismo tiempo el contenido de las crónicas, salvo aquellos
datos personales relacionados con bodas y nacimientos.
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