sábado, 31 de agosto de 2019

Importante donación sobre el ferrocarril Cortes Borja


         Dª. Juliana Muro Villalón ha tenido la amabilidad de donar al Centro de Estudios Borjanos un lote de documentos relacionados con la última etapa del ferrocarril de Cortes a Borja, los cuales aportan numerosos datos sobre la misma, de ahí la importancia de su gesto que queremos agradecer, desde aquí, como ya lo hemos hecho a través de la carta que le hemos remitido.





         Entre ellos destaca el Libro de Actas de la compañía que lo explotó durante ese período y de la que eran accionistas D. Mariano Cebamanos Lapuente, D. Jesús Muro Sevilla, D. Julio Cebamanos Lapuente y D. Jesús Pellicer Bernal.
         La primera Junta General reseñada en el libro fue la de 6 de febrero de 1949, en la que se procedió al nombramiento del Consejo de Administración que quedó integrado por D. Jesús Muro Sevilla, como Presidente; D. Mariano Cebamanos, como Vicepresidente; D. Julio Cebamanos, como Secretario; y D. Jesús Pellicer como Consejero y Gerente de la compañía. D. José Lacleta Lázaro, como Consejero Asesor.

         También fueron aprobados los Estatutos por los que había de regirse la sociedad que disponía de un capital inicial de 1.071.802,21 pesetas, dividido en 2.135 acciones de 500 pesetas de valor nominal. Estos estatutos fueron modificados en 1953, para adaptarlos, no sin problemas, a la Ley de Sociedades Anónimas que acababa de ser aprobada.



         La última Junta General tuvo lugar el 29 de noviembre de 1957, para aprobar la cesión al Estado del activo y pasivo de la compañía, cuya precaria situación había sido constante durante esos años. De hecho, en las actas lo único que se refleja son los problemas existentes y los expedientes abiertos a varios empleados, por fraudes o hurtos, que dieron lugar a su despido.




         Junto con el Libro de Actas figuran otros documentos relativos a la liquidación del ferrocarril y a la venta de los terrenos a una agrupación de vecinos de Borja que decidieron concurrir a la subasta sin fines de lucro y con el propósito de ceder los de la estación de Borja al Estado para la construcción de “un centro de 2ª enseñanza”. Esa subasta tampoco estuvo exenta de polémica al presentarse otra oferta por un importe superior en 1,82 pesetas a la anterior, aunque finalmente fue retirada.

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