miércoles, 25 de septiembre de 2019

Día del Beso



         Como viene siendo habitual, la salida de la comparsa de Gigantes y Cabezudos, acompañada por la Agrupación Musical Borjana, despertó una gran expectación y, a la hora fijada, se habían congregado numerosas personas en la plaza de España.





         Gigantes, gigantillos y cabezudos recorrieron las calles de la ciudad en una calurosa mañana que contrastaba con el tiempo desapacible de los dos primeros días. Pudimos enterarnos quienes eran estos dos nuevos gigantillos. Nos informaron de que se trata de las réplicas, en menor tamaño, de dos gigantes de Pamplona: Toko Toko, el rey americano (de faz negra) y Joshemiguelerico, el rey europeo.





         Hace algún tiempo se decidió que los cabezudos no volverían a pegar a los niños; en su lugar repartirían caramelos. Un error, porque lo que los niños quieren es correr delante de ellos. Sigue habiendo lluvia de caramelos, pero los pequeños disfrutan más citándolos y protagonizando “arriesgados” recortes, como los que pudimos contemplar ayer, a cargo de un “especialista” en estas lides.



         Espectacular el baile final en el Campo del Toro, jaleado por todos los presentes y en el que los miembros de la asociación de voluntarios demostraron su dominio en lo que también es un arte.



         Pero ayer era el Día del Beso y eran muchas las personas apostadas frente a la Casa Consistorial creyendo que a quien había que besar era al Sr. Alcalde y a los jóvenes portadores de los cabezudos que aplaudían a las puertas del edificio.






         Fueron muchos los niños que, auxiliados por sus padres y por los voluntarios se acercaron hasta ellos, tras elegir al gigante al que querían acercarse y depositar su beso.




         Como recuerdo, a cada uno de ellos se le hizo entrega de un dibujo para colorear. Una bonita iniciativa que contribuye a popularizar el que, como siempre comentamos, es uno de los actos más bonitos de las fiestas.

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