domingo, 29 de septiembre de 2019

La evolución del Patrimonio arquitectónico de Maleján


         Tras el paréntesis impuesto por los varios artículos dedicados a Magallón, continuamos nuestro recorrido por las diferentes localidades de la zona, deteniéndonos hoy en Maleján, una localidad singular en muchos aspectos, especialmente por lo que respecta a su origen, dado que fue el rey de la taifa zaragozana Al-Muqtadir quien mandó edificar un palacio de recreo junto a Borja, una de sus plazas fuertes.
 


         De aquel espléndido palacio queda un espectacular arco que dio a conocer la revista Alrededor del mundo, en su número 18, en 1899. Acerca de él se han publicado diversos trabajos, destacando los del Prof. Cabañero  dicho arco pudo estar ubicado en el acceso a un oratorio, aunque para el Dr. Aguilera Hernández corresponde a la mezquita, opiniones que no son contradictorias. En cualquier caso se trataba de una manifestación artística de suma importancia, correspondiente a una época en la que , superado el arte califal, se iba a producir una expresión del arte hudí tan relevante como la Aljafería, mandada construir por el mismo monarca, de la que el palacio de Maleján fue un precedente.

         Lamentablemente, este arco situado en el callizo del Moro fue destruido por el propietario de la vivienda en la que se encontraba para que no le molestasen las visitas. Hace unos años aparecieron allí nuevos restos decorativos que tampoco fueron conservados.



         Quizás el único testimonio visible de aquella época sea este torreón situado muy cerca de la plaza de la iglesia, porque el palacio estuvo rodeado de murallas, de las que el Dr. Aguilera ha encontrado datos documentales.




         Actualmente, el monumento más importante de la localidad es la iglesia parroquial de la Visitación, mandada construir por el consejo borjano, tras la conversión de los musulmanes que mayoritariamente habitaban en ese lugar. La historia del edificio ha sido ampliamente estudiada por el Dr. Aguilera, en su obra Maleján. Patrimonio Artístico Religioso, destacando las reticencias de la corporación borjana a la hora de asumir los elevados gastos que supuso la construcción de iglesias para los nuevos convertidos, en sus barrios de Albeta, Maleján y Ribas. En el caso concreto de Maleján se demoraron durante varios años, de manera que, en el transcurso de las mismas, falleció el maestro Alonso González a quien le habían sido adjudicadas, teniendo que acabarlas el maestro Juan de Segura.



         La iglesia fue restaurada completamente, tanto en su exterior como en su interior, siendo reabierta al culto en diciembre de 2008, ofreciendo un magnífico aspecto. No vamos a entrar en detalles sobre la misma, remitiéndonos a la obra antes citada, publicada por nuestro Centro.




         También fueron restaurados sus retablos, cuya procedencia ha sido documentada por el Prof. Criado, para el caso concreto del de San Antón, recompuesto a partir de varios elementos del antiguo retablo de la parroquia de San Bartolomé de Borja, o de la Virgen de Guadalupe que, como ha demostrado el Dr. Aguilera era el primitivo retablo de San Babil, en el Santuario de Misericordia de Borja.



         Aunque en la predela mantiene diversas representaciones de la vida de San Babil, entre ellas la de su martirio, el lienzo central es una importante obra del pintor mexicano Antonio de Torres, realizada en 1720, que el Dr. Aguilera relaciona con la figura de Victorián Jordán, fallecido en Maleján el 15 de abril de 1730, que anteriormente había residido en México.




         Otro monumento a destacar es el antiguo palacio de los señores temporales de Maleján, contiguo a la iglesia. Porque aunque Borja ejerció la jurisdicción civil y criminal del lugar, como barrio de la ciudad, pasó de ser inicialmente propiedad de la Corona, como antiguo palacio musulmán, a poder de los abades de Veruela que lo enajenaron en 1407, pasando a ser un señorío laico, que tuvo diferentes titulares. En su fachada aparece un escudo que suele atribuirse a D. Dionís Coscón, aunque esta atribución nunca ha sido probada. En la actualidad, el edificio está abandonado.



         Dentro de la arquitectura popular debemos recordar la rehabilitación del antiguo lavadero, situado a los pies del casco urbano.





         Pero no queremos finalizar sin hacer referencia a un elemento característico del urbanismo islámico, los callizos que también existen en Bulbuente (conocidos con el nombre de “gallizos”) y que tienen interés que sería conveniente potenciar.

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