viernes, 11 de octubre de 2019

Cuando Heinrich Moritz Willkomm estuvo en Borja


         Heinrich Moritz Willkomm (1821-1895), nacido en la ciudad alemana de Zitau es uno de los más destacados botánicos de todos los tiempos. Aunque comenzó a estudiar Medicina en la Universidad de Leipzig, fue expulsado de la misma por pertenecer a una organización estudiantil ilegal. Para entonces, ya había mostrado un especial interés por la Botánica, por lo que aceptó el encargo de un profesor que se “apiadó” de él, para viajar por varios países europeos, recolectando plantas. Fue entonces cuando visitó, por vez primera, la península ibérica a la que regresaría en otras dos ocasiones. La primera, en 1850, tras doctorarse en Filosofía, y la segunda en 1873.

         Llegó a ser catedrático de Historia Natural en la Real Academia Forestal de Tharandt, localidad cercana a Dresde, y de Botánica en Dorpat (Estonia) y en la Universidad Carolina Ferdinand de Praga.




         Fruto de sus investigaciones en España y Portugal fue su magna obra Prodromus Florae Hispanicae seu Synopsis Methodica omnium Plantarum in Hispania Sponte Nascentium vel Frequentius Cultarum quae Innotuerunt Auctoribus, publicada en Stuttgart, entre 1821 y 1895, en varios volúmenes, junto con otros muchos trabajos, entre los que destacan las memorias de sus viajes.




         D. Juan María de Ojeda nos ha remitido, ahora, el libro Viajes de un botánico sajón por la Península Ibérica, de los profesores D. Juan Antonio Devesa Alcaraz y Dª. María del Carmen Vieira Benítex, editado por la Universidad de Extremadura, en 2001, en el que se analizan los tres viajes por España del ilustre científico. En su segundo viaje estuvo en Borja. Era a mediados de julio de 1850 cuando Willkomm pasó por nuestra ciudad, en dirección al Moncayo, donde recolectó numerosas plantas. De su aportación a la flora española y, en concreto, a la del Moncayo, disponemos también en nuestro archivo de un artículo del Prof. D. Gonzalo Mateo Sanz en el que enumera las plantas identificadas en ese monte. A una de ellas le dio el nombre de Thymus loscosii, en homenaje al botánico aragonés D. Francisco Loscos Bernal (1823-1886) que colaboró con él.
         Con esta modesta aportación hemos querido recordar el paso por nuestra ciudad de tan relevante personaje y difundir su figura entre los muchos amantes de la Botánica aquí existentes que, a través de su obra, podrían fotografiar esas plantas que él estudió por vez primera.

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