viernes, 3 de enero de 2020

Revistas recibidas 234


         El nº 31 de la serie Zubía. Monográfico que edita el Instituto de Estudios Riojanos está dedicado a “Paleontología Ibérica: Nuevas tendencias y perspectivas” y en él se reúnen las aportaciones al XVII Encuentro de Jóvenes Investigadores en Paleontología que, organizado por la cátedra de Patrimonio Paleontológico de la Universidad de la Rioja, tuvo lugar en Nájera con la participación de un elevado número de investigadores que, además, tuvieron la oportunidad de conocer el proyecto que se está realizando en el riquísimo y diverso patrimonio paleontológico de la Rioja.


         Fueron especialmente relevantes las aportaciones de investigadores vinculados al Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Zaragoza, al Grupo Aragosaurus (IUCA) y a Forestalia que presentaron interesantes comunicaciones sobre “Influencia del volcanismo del Decán sobre foraminíferos planctónicos de Maastrichtiense terminal de Caravaca (Murcia); “Respuesta de los foraminíferos planctónicos al evento hipertermal DAN-C2 en Nyy Klov, Dinamarca”; “Análisis secuencial basado en contenido palinológico de depósitos marinos carbonatados del Barremiense Superior-Aptiense Inferior de Miravete de la Sierra (Teruel)”; “Estudio morfológico de los fémures de dugónguidos (Mammalia, Sirenia) del Eoceno”; “Eocene decapod crustaceans in time and space; an example from the Spanish Pyrenees”; “Bioestatigrafía de apogeo con foraminíferos planctónicos del Daniense Inferior de Caravaca (Murcia); “El registro fósil del complejo Myotis Myotis/Blythh II en el cuaternario peninsular. Estado de la cuestión”; “Revisión de los sorícidos (Eulipotyphla, Mammalia) del Pleistoceno Inferior y Medio del yacimiento de la Gran Dolina (Burgos)”; “Larra 4: desenterrando a los últimos vertebrados del Maastrichtiense terminal del Pirineo aragonés”; “Cuervos en el Pleistoceno Inferior y Medio de Europa occidental ¿Un escenario complejo o un problema de registro?”; “La cueva de los Piojos (Ricla): nuevos datos sobre las faunas de vertebrados voladores del Holoceno en Aragón"; “Paleobiodiversidad de vertebrados de la secuencia media de la formación Blesa (Cretácico Inferior, Teruel)”; “Aproximación al paleoambiente del yacimiento de Mas de Les Clapises en la formación Mirambel (Barremiense Inferior) en Portell de Morella”; y “La conservación del patrimonio paleontológico en obra civil. El megaproyecto de Forestalia en Aragón”. La simple enumeración de todas ellas da idea de la gran labor investigadora que, en este campo, se viene realizando en nuestra tierra.



         Hemos recibido el tomo LXXXIX de Altamira, la revista del Centro de Estudios Montañeses de Santander, que está dedicado a la memoria de la que fue Directora de la revista Dª. Carmen González Echegaray (1925-2018), a la que se dedican tres entrañables necrológicas. En las 532 páginas de que consta este volumen se da noticia de dos nuevos yacimientos romanos en el valle bajo del Saja; de cerámicas romanas en la playa de la Magdalena; de una estela sepulcral epigráfica en Soto de Campoo; y de un nuevo yacimiento medieval en La Virgen (término municipal de Udías). Francisco J. García Mantecón estudia la figura del “cargador” en la Carrera de Indias y Fernando Gomarín y Alfonso de Ceballos-Escalera destacan el interés de la casulla del arzobispo de Burgos, y también de Zaragoza, que se conserva en el ayuntamiento de Selaya. En torno a la figura de D. Marcelino Menéndez Pelayo hay dos trabajos. Uno de ellos está dedicado a su abuelo D. Antinógenes Menéndez Pintado, cuyo autor es Pedro Arce Díez. Por su parte, José Alberto Vallejo del Campo aborda “La espinosa cuestión de los discípulos y de los sucesores intelectuales de Menéndez Pelayo”. Destacamos finalmente el artículo “Abadía y monasterio de Viaceli (1906-1991): apuntes para la determinación de su autor”, de Antonio Martínez Cerezo.




         Desde la Diputación de Sevilla nos remiten el nº 306-308 de Archivo Hispalense, con interesantes artículos, entre los que queremos mencionar el de Antonio Aguilar Escobar sobre “La Casa de la Misericordia de Sevilla y su aportación al rescate de cautivos en Berbería en los siglos XVII y XVIII”. Fernando Amores Carredano aborda, con nuevos datos, el problema de la ubicación de “Las atarazanas almohades de Isbiliya (Sevilla)”. A través del estudio de dotes e inventarios postmortem, Álvaro Jesús Núñez Gutiérrez da a conocer “La presencia de productos asiáticos en la Sevilla de Carlos II (1670-1700)”. Por su parte, Diego Romera Vera analiza la única referencia histórica conocida, a través de un documento eclesiástico del siglo XVIII, de una fiesta popular con más de 300 años de historia, “Las cruces de mayo de Lebrija”. Sumamente interesante es el trabajo de Alfonso Jiménez Martín sobre “Blasones y colgaduras. Datos para una historia del patio de los Naranjos en la Edad Moderna”, en el que describe las transformaciones sufridas por ese espacio de la catedral hispalense a consecuencia de adaptaciones utilitarias. Nos ha interesado también el proyecto de José Espiau y Muñoz para construir un anfiteatro anatómico en Sevilla, hasta ahora inédito, que da a conocer María Uriondo Lozano.

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