martes, 4 de febrero de 2020

Alcaldes de Borja condecorados


         No son muchos los Alcaldes de la ciudad que hayan sido distinguidos con condecoraciones civiles, aunque algunos han sido poseedores de algunas militares en virtud de su trayectoria personal.
         Sin embargo, acabamos de encontrar en la prensa regional la noticia de que, en marzo de 1882, dos miembros de la corporación municipal recibieron dos importantes condecoraciones.
         Uno de ellos fue el Alcalde D. Domingo Sarría Navarro, que ejerció el cargo entre el 1 de julio de 1879 y el 1 de julio de 1883, al que le fue concedida la encomienda de la Orden de Isabel la Católica.

         Era abogado de profesión, ejerciendo como fiscal en los juzgados de Borja y como Juez Municipal, aunque también se hizo cargo del Juzgado de Primera Instancia de manera circunstancial en 1873. Fue, asimismo, Diputado Provincial.
La Real Orden de Isabel la Católica había sido creada, el 14 de marzo de 1815, por Fernando VII, para “premiar la lealtad acrisolada y los méritos contraídos en favor de la prosperidad” de los territorios americanos. Como estos se perdieron poco después, fue otorgada a personas destacadas por sus méritos, entre los que debía encontrarse el alcalde borjano.

         A pesar de la información periodística, no hemos encontrado el Real Decreto de concesión ni el de confirmación, lo cual no quiere decir que la noticia fuera infundada, aunque es extraño.




         En cambio, sí hemos encontrado el correspondiente al nombramiento de D. Vicente Aguilera Pellicer, como Caballero de la Real Orden de Carlos III. En aquellos momentos era Concejal pero, posteriormente, desempeñó la Alcaldía entre el 1 de julio de 1887 y el 1 de julio de 1890. En la noticia periodística se destacaba que un “rico propietario e individuo de aquel ayuntamiento”.
La Real y Distinguida Orden Española de Carlos III  fue creada por ese monarca, con ocasión del nacimiento de su nieto, hijo del infante D. Carlos (futuro Carlos IV), aunque el niño, al que se dio el nombre de Carlos Clemente Antonio, falleció antes de cumplir los tres años.
Tenía como objetivo premiar a quienes se hubiesen destacado por sus buenas acciones en beneficio de España y la Corona. La puso bajo la advocación de la Inmaculada Concepción, de ahí el color, y desde sus inicios fue la más importante condecoración civil española.
El decreto de concesión a D. Vicente Aguilera llevaba fecha de 8 de mayo de 1882, algo que nos ha sorprendido, dado que la noticia había aparecido en la prensa en marzo de ese año. Pero aún nos ha sorprendido más encontrar otro Decreto, de 15 de julio de ese mismo año en el que se declaraba que la concesión había caducado porque D. Vicente Aguilera “no había satisfecho los derechos establecidos”, lo que quería decir que, por causas que ignoramos, no había ingresado la cantidad establecida para todas las concesiones. Algo llamativo, dado el honor que representaba tan alta distinción, aunque fuera en la categoría de “caballero”, inferior a la de “comendador”.

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