lunes, 17 de febrero de 2020

Jueves lardero y carnaval


         Iniciamos hoy una semana marcada por dos tradiciones que constituyen el preludio de la Cuaresma que este año da comienzo el 26 de febrero, con el Miércoles de Ceniza.

         La primera de ellas es la celebración del Jueves Lardero, con el “palmo”, que siempre tiene lugar el jueves anterior al citado Miércoles de Ceniza y en el que el consumo de embutidos guardaba relación con la prohibición de hacerlo antaño en ese período cuaresmal o, como ahora, los viernes que son días de abstinencia.




         Los tiempos han cambiado e, incluso, en muchas ocasiones, el palmo de longaniza o chorizo, marcado por cada niño, ha sido reemplazado por los elaborados con masa, aunque teniendo los embutidos en su interior.

         No se puede olvidar, sin embargo, el sentido de esta fiesta, al igual que ocurre con los días de Carnaval que daban comienzo tras el Jueves Lardero e ineludiblemente finalizaban el Miércoles de Cuaresma, ya que ese día se inicia un tiempo penitencial que no es compatible con este tipo de fiestas.



         Porque el Carnaval fue siempre una fiesta transgresora en la que el protagonismo lo tenían las máscaras que recubrían los rostros de los participantes en los bailes organizados. Los problemas que, en algunos casos ocasionaron y los excesos cometidos fueron determinantes a la hora de prohibir el uso de máscaras.





         Pero siguieron celebrándose bailes en los que cada uno hacía gala de su imaginación a la hora de confeccionar el correspondiente disfraz.
         Sin embargo, se mantuvo la tradición de clausurarlos el Miércoles de Ceniza que es lo que corresponde con la tradición. Modificar las fechas, como ocurre en algunos casos, es como si se pretendiera celebrar la Fiesta de la Siega el 15 de diciembre, pues no encontraríamos mieses para segar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario