sábado, 2 de mayo de 2020

El descubrimiento de la desescalada


         Ni el sustantivo “desescalada” ni el verbo “desescalar” existen en nuestro idioma. De ahí que su utilización, como antónimos de “escalada” y “escalar”, constituya una notable aportación al castellano de algún lexicógrafo o lexicógrafa que debe formar parte de los expertos surgidos estos días.
 



         Atendiendo al parecer de quienes conocen y practican el deporte de la escalada podría definirse como el descenso desde la cima alcanzada, con los riesgos que ello entraña.




         Porque si la escalada es una práctica peligrosa, sobre todo para quienes carecen de la experiencia suficiente, no son menores los accidentes ocasionados en los descensos y, de hecho, muchos de los acaecidos en el Moncayo, por citar la cumbre más cercana a nosotros tienen lugar en el momento del retorno desde la cumbre. Por lo tanto, en ese proceso se hace necesario extremar las medidas de precaución y no fiarse de los consejos de quienes dicen conocer la montaña sin haber estado nunca en ella.

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