viernes, 1 de mayo de 2020

Interesante documento sobre Veruela y Tulebras



         Acabamos de adquirir una carta, fechada en Tulebras el 20 de septiembre de 1826, que nos ha parecido especialmente interesante por los datos que aporta.

         Está dirigida por sor Escolástica de Jáuregui a su hermano D. Domingo Luis. De ella sabemos que fue abadesa de ese monasterio cisterciense de Tulebras, entre 1829 y 1833, mientras que Domingo Luis llegó a ser Jefe Político (Gobernador Civil) de Navarra poco después. Ambos pertenecían a una destacada familia navarra descendiente del marqués de Villamarcilla que contó con esclarecidos personajes.





         Es curioso que un documento, aparentemente intrascendente, ofrezca información tan interesante, aunque sea preciso contextualizarla. En primer lugar, la religiosa informa a su hermano que acaba de ser nombrado abad de Veruela al padre confesor. Se trataba de fray Francisco Lamana que fue abad de Veruela entre 1826 y 1830, siendo sucedido por fray José Munío que fue el último abad, entre 1830 y 1834, durante cuyo abaciado se produjo la exclaustración y el fin de la presencia cisterciense en Veruela. De él afirma que ha ido a Zaragoza para prestar el juramento acostumbrado ante el arzobispo.



         Otro dato que ofrece es el del nombramiento de fray Ramón Ganuza como abad del monasterio de Marcilla, también de la Orden del Císter y como el de Veruela extinguido a consecuencia de la Desamortización, aunque posteriormente acogió a una comunidad de agustinos recoletos que sigue allí.





         También hace referencia a un temporal de agua que había caído sobre Tarazona, como consecuencia del cual quedaron destruidos los puentes de los molinos y afectadas muchas casas.
         Pero lo más grave fue lo ocurrido en el convento de carmelitas descalzas donde al intentar dar salida al agua acumulada en su huerta, resultó muerto el capellán del convento y tres compañeros, en el transcurso de aquella aciaga noche a la que siguió una gran pedregada que también hizo mucho daño.
         Lo que no sabemos, por no precisarlo en la carta, es el convento en el que se produjo la tragedia, dado que en Tarazona había dos conventos de carmelitas descalzas, el de Santa Ana y el de San Joaquín.

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