sábado, 8 de agosto de 2020

Sobre la azucarera de Gallur

 

         De la desaparecida Azucarera de Nuestra Señora del Pilar que existió en Gallur no disponemos de fotografías, ni sabemos si existen. Tan sólo en esta imagen del antiguo campo de aviación que, durante la Guerra Civil, fue construido en sus inmediaciones, se puede ver el perfil de sus instalaciones al fondo.


         Sin embargo, D. Carlos Gracia Casado nos ha facilitado la edición facsimilar de la Memoria que, en 1899, fue presentada “a los accionistas, propietarios y agricultores que han de cooperar a la explotación de la gran fábrica azucarera situada en Gallur, titulada de Nuestra Señora del Pilar”.

         En la contraportada de la publicación aparece una “Vista del edificio principal de la fábrica” que todavía no había sido construido. Pero, los datos que aporta nos han resultado especialmente interesantes, sobre todo los referidos al Consejo de Administración de la Sociedad, en el que figura como Presidente el “Excmo. Sr. Marqués de Santa Ana”.

         Se trataba de D. Fernando Puig-Mauri que, en realidad, era marqués consorte por haber contraído matrimonio con Dª. Florentina de Santa Ana y Vergara, II marquesa de Santa Ana, nieta del primer marqués D. Manuel María de Santa Ana y Rodríguez-Camaleño para el que había sido creado el título, en 1889, por Alfonso XIII.

         Era hijo natural de Dª. Concepción Mauri i Vidal que, posteriormente, se casó con D. Fernando Puig i Gibert, un hombre de modesto origen que llegó a convertirse en destacado industrial y político. Fundador de las primeras hilaturas de España, fue Concejal del Ayuntamiento de Barcelona y Senador.

         Fernando Puig-Mauri (había unido los dos apellidos) aunque inicialmente estuvo vinculado a los negocios de su padre adoptivo, pronto se independizó. Había cursado la carrera de Derecho en la Universidad Central y allí estableció sólidas alianzas políticas. De la mano de Joaquín Sánchez de Toca fue Concejal y Alcalde ejerciente de Madrid. Formó parte de las candidaturas del partido conservador (a diferencia de su padre que perteneció al liberal), siendo elegido Diputado por el distrito de Puigcerdá en cinco legislaturas y, posteriormente, fue Senador por Jaén.

         Propietario del periódico La Correspondencia de España (fundado por su suegro), desarrolló una intensa actividad empresarial, siendo miembro de los Consejos de Administración de varias compañías ferroviarias y de industrias como la Azucarera de Gallur y, más tarde, de la del Jalón.

         La construcción de la fábrica de Gallur se plantea en unos momentos en los que la pérdida de Cuba ha trastocado completamente el mercado del azúcar. Era indispensable producirlo en la península teniendo en cuenta que el potencial de consumo iba a experimentar un progresivo incremento. Como se señalaba en la memoria, mientras que en otros países el consumo medio por habitante oscilaba entre 15 y 18,5 kilogramos, aquí era de 4,5.

         Se eligió ese emplazamiento por las facilidades que les dieron para la adquisición de los terrenos y, sobre todo, por el agua del canal que, por otra parte, era una excelente vía para el transporte de la remolacha.

         Gallur, además estaba estratégicamente situado a la entrada de las Cinco Villas y hasta allí podía confluir la remolacha producida en su entorno y en las vegas del Huecha y del Quéiles, a las que se menciona expresamente en la memoria en la que se indica que, además de la zona de cultivo regada por el Canal de Tauste existían 4.498 Ha regadas por el Canal Imperial; 2.720 por el Huecha y 1.580 por el Quéiles.

         Tal como se detalla en el “Plano de los terrenos adquiridos” la construcción de la azucarera fue encargada al ingeniero D. José María Rodríguez Lacomme.

         Rodríguez Lacomme había nacido en La Almunia de Dª. Godina en 1894. Cursó la carrera en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Barcelona, en la que se graduó en 1876. Trabajó en la empresa “Martín Rodón y Hermano” de Zaragoza, fundada en 1862, a través de la cual se introdujo en el sector agroalimentario. Fue miembro de la Real Sociedad Económica de Amigos del País y participó en numerosos proyectos de la época.

         Precisamente, en 1899, encargó al arquitecto D. Francisco Gutiérrez el proyecto de construcción de su vivienda, un hotel o chalet situado en el nº 3 del Paseo de Pamplona de la capital aragonesa y que todavía se conserva.


         De la Azucarera de Gallur tan sólo queda un resto simbólico, el soporte de la conducción que trasladaba la remolacha de una a otro lado del Canal Imperial de Aragón. 


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