sábado, 30 de enero de 2021

A la vista el castillo de Ainzón

         Atendiendo a la invitación de la Sra. Alcaldesa de Ainzón, Dª. Paula Cruz Aranda, ayer nos desplazamos a esa localidad para conocer los últimos hallazgos en torno al castillo o torre que existe en el centro de la población, lo cuales pudimos visitar en compañía de la Alcaldesa y del Concejal de Cultura D. Marcos Pérez García, así como del arqueólogo que está efectuando el informe sobre lo aparecido.


         Aunque en ninguna obra referida a los castillos aragoneses se le menciona, el castillo de Ainzón fue estudiado en 1953 por D. Federico Bordejé Garcés, dejando unas notas en sus cuadernos de campo que están depositados en nuestro archivo.


         Tal como señalaba Bordejé, la torre-castillo está situada a la izquierda de lo que fuera palacio de los abades de Veruela, señores de la localidad, el cual está actualmente dividido en dos propiedades, privada la adosada a la Casa Consistorial donde se encontraba la gran puerta de acceso al edificio, y la contigua que es municipal.


         Fue en 1996, cuando tras conocer los datos aportados por Bordejé, visitamos Ainzón para intentar comprobar qué es lo que quedaba de la torre, pudiendo constatar que se conservaba íntegra, englobada por varias edificaciones, sin que fuera posible advertir sino una pequeña parte de sus muros.

         Pudimos visitar el interior y fotografiar la ventana dovelada que había dibujado D. Federico. Para él, la planta era cuadrangular pero la estancia que medimos tenía unas dimensiones de 6 x 3 metros, por lo que se asemejaba más a otras torres de la zona, como la de Agón, de planta rectangular. Sobresaliendo sobre un tejado vimos también un vano de arco apuntado y algunos sillares de sus muros.


         Ha sido ahora, al derribarse algunas de las casas que lo ocultaban cuando han aparecido dos de los lienzos del torreón. Ahora se aprecia perfectamente que el vano apuntado al que antes hicimos referencia puede corresponder a la puerta de acceso. Aunque a primera vista parezca pequeña, hay que tener en cuenta que está tabicada en su parte inferior.




         En nuestra opinión su planta es rectangular, aunque para comprobarlo sería necesario efectuar catas en el edificio propiedad municipal que se adosa a la torre y que, como hemos comentado es una parte del antiguo palacio, en la que llaman la atención el extraordinario grosor de su muros que va decreciendo escalonadamente de abajo a arriba.

         La confirmación de lo que intuíamos viene a mostrar la existencia de un monumento de gran importancia para Ainzón que, al corresponder a una torre castillo, tiene la consideración genérica de Bien de Interés Cultural.

         Lo ideal sería llegar a su completa recuperación pero hay que tener en cuenta que es de propiedad privada e, incluso, la contemplación de los lienzos ahora descubiertos no es fácil dado que, si bien el espacio es municipal, no tiene acceso directo desde la calle.


         Por otra parte, la torre de Ainzón se integra en el conjunto de fortificaciones de nuestra zona que Bordejé creyó de origen romano y que la mayor parte de los autores consideran andalusíes, aunque sería interesante un estudio global de las mismas.

         Por lo que respecta a nuestra comarca las hay en Talamantes, Ambel, Bulbuente, Maleján, Ainzón, Bureta, Alberite de San Juan, Magallón, Agón, Fréscano, Mallén y Novillas. Todas ellas en posiciones estratégicas en los respectivos cascos urbanos, salvo el caso de la de Magallón que, por su ubicación, plantea numerosos interrogantes.







 

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