jueves, 18 de febrero de 2021

Artículo de José María Otero en una interesante obra

 

         

         En 1958 fue creado en el valle de los Caídos el Centro de Estudios Sociales entre cuyos objetivos figuraba el estudio y difusión de la Doctrina Social de la Iglesia. Dependiente de la comunidad benedictina de la abadía, era coordinado por un Secretario General externo que tenía su sede en las dependencias de Patrimonio Nacional.

         Organizaba cursos de verano dirigidos a sacerdotes, religiosos y universitarios y cada año convocaba unas mesas redondas sobre los más variados temas en las que tomaban parte destacadas personalidades de la vida académica y cultural. Los textos de las ponencias eran recopilados, posteriormente en la revista Anales de Moral Social y Económica de la que hemos adquirido el volumen 5, correspondiente al año 1964.

         En aquella ocasión el tema a debate fue “La ciencia, la investigación y la técnica ante el desarrollo económico y el progreso social”.


         Uno de los participantes fue D. José María Otero Navascués que habló sobre “La investigación pura, la investigación aplicada y la técnica como factores de desarrollo económico. La investigación como inversión”. Una vez más, el Presidente de la Junta de Energía Nuclear insistió en la necesidad de potenciar la investigación en nuestro país, siendo la inversión en ese sector uno de los factores más importantes, a su juicio, para un auténtico Plan de Desarrollo Económico. Por eso proponía que, si España quería sobrevivir como país independiente y soberano, era necesario invertir en el desarrollo científico y técnico, sin más limitaciones que las derivadas del potencial humano disponible.

         La revista, que hemos incorporado a nuestros fondos, contiene también las intervenciones de los profesores Salustiano del Campo, Emilio de Figueroa, Francisco González García, Enrique Gutiérrez Ríos y Carlos Sánchez Tarifa, así como del académico Gregorio Millán Barbany; del Rector de la Universidad de Pamplona D. José María Albareda y del Director del Centro Dominicano de Investigación Socio-Religiosa de Madrid, P. Jesús María Vázquez.

         El Centro de Estudios Sociales desapareció en 1982 y probablemente habrá ocurrido otro tanto con el Centro Dominicano.




No hay comentarios:

Publicar un comentario