jueves, 25 de marzo de 2021

El paso de la muerte

 

         Dentro de la simbología del Entierro de Cristo borjano, el paso de la Muerte ocupa un lugar preferente, junto con el cráneo y ceniza que siguen a continuación, como manifestación de su poder omnímodo sobre todos los seres vivos.



         Fue en la Literatura medieval cuando comenzó a difundirse el concepto de una muerte que a nadie perdona. Su primera representación gráfica apareció en la obra Cordial de las cuatro postrimerías, publicada en Zaragoza en 1491. Allí se incluye esa frase latina de “Nemini parco qui vivit in orbe”. En el grabado que reproducimos (que no es el de esa obra), junto al “Nemini parco” aparecen las alusiones a cardenales, obispos, papas y reyes que inevitablemente han de morir, representadas por los tocados característicos de cada uno de ellos.



         Todo ello aparece recogido en el paso de Borja. La muerte sostiene en su mano derecha una cartela con la expresión “Nemini parco”, aunque en la hoja de la guadaña se optó por representar su traducción al castellano: “A nadie perdono”.




         A sus pies se disponen esos símbolos a los que hemos hecho referencia: la corona real, la tiara papal, la mitra propia de los obispos y, en lugar del capelo cardenalicio, el orbe o bola del mundo que engloba a todos. A través de las imágenes puede verse que no siguen un orden estricto pues cada año lo modifican al montar el paso cuando, en nuestra opinión, debería ser mantenido estable.

         Hay que añadir que este paso era llevado en el Entierro de Cristo por la cofradía de San Crispín, que reunía al gremio de zapateros, hasta su desaparición. Además, cuando el paso atraviesa el pórtico de la colegiata, al iniciar la procesión, los alabarderos le rinden los honores fijados para él que son el toque de silencio interpretado por el corneta y la posición de “Suspendan” para las alabardas.


         La representación de la muerte en nuestra procesión no es un caso único pues las hay también en otros lugares, aunque a veces con significado distinto. Entre los casos más parecidos al de Borja se encuentra el paso de Ateca, aunque no lleva los símbolos a sus pies.



         Otros pasos de la muerte, como los de Sevilla y Zaragoza tienen un significado contrapuesto al de Borja pues mientras en el de aquí lo que quiere destacarse es el triunfo de la muerte, en esos otros es la muerte la derrotada por Cristo en la Cruz.

         Queremos finalizar aludiendo a algunas supersticiones que, en algunos lugares, acompañaban a este paso. Hubo ciudades en las que dejó de tomar en el desfile procesional por el temor que inspiraba y, sobre todo, por la creencia de que cuando el paso se detenía ante una casa, fallecía uno de sus moradores en el transcurso del año. Afortunadamente en Borja son más sensatos y mueren cuando les corresponde...






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