domingo, 29 de agosto de 2021

Un Patrimonio Natural poco conocido

         Juan Pablo Sancho es un intrépido deportista que, cada año, lleva a cabo recorridos en solitario por lugares de especial interés. Este año, ha continuado el trayecto emprendido el  año pasado, entre el faro de Higuer y Candanchú,  por el GR-11. Nos ha enviado unas imágenes muy bonitas para difundir la importancia de esta ruta que está considerada una de las ocho mejores rutas de trekking del mundo.


El trazado de la ruta por  territorio aragonés le ha parecido muy atractivo y variado, pasando por innumerables ríos, arroyos, barrancos, cascadas, torrentes, ibones, fuentes, laderas de piedras, caos, canchaleras, praderas, fajas, bosques, neveros, collados, presas, refugios de montaña y cabañas.

Todo ello con la posibilidad de contemplar una rica variedad de fauna que incluye marmotas, sarrios, corzos, buitres, águilas, chovas, quebrantahuesos, corzos, ciervos, mirlos acuáticos, vencejos, aviones roqueros, truchas, mariposas y otras especies, junto con la amplia gama de especies botánicas que constituyen una delicia para cualquier amante de la Naturaleza.



Refugio de Ordicuso

         Está perfectamente cartografiada y muy bien señalizada y balizada con numerosos carteles indicadores y explicativos. Una de sus grandes ventajas es que, a lo largo de su recorrido, existen refugios y albergues, aunque estos últimos en determinadas épocas, como la estival, no cumplen su misión primordial de ofrecer acogida a quien la necesita, obligando al montañero a llevar un sobrepeso en la mochila para poder vivaquear.


Juan Pablo nos ha remitido una detallada crónica de su recorrido, desde que partió de Candanchú para remontar el río Canal Roya para llegar al ibón de Anayet que aparece en la imagen.


         Los ibones o lagos pirenaicos salpican el recorrido. Este es el de Respomuso a cuya vera hay un albergue donde descansó una de las noches, con la posibilidad de comer y tomar una reconfortante ducha.


           Preciosa esta foto del ibón de Tebarray, uno de los ibones azules que atravesó para llegar al refugio de Bachimaña.


Ibón de Urdiceto

Faja de las olas

Descenso a Pineta

         Es imposible, en una breve crónica, insertar todo el relato del recorrido, pero no queremos dejar de mostrar algunas de las imágenes más llamativas para dar idea de la belleza de esa zona de nuestra comunidad que no todos conocen.








 

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