viernes, 5 de noviembre de 2021

Era previsible

         Fue el pasado 18 de octubre cuando publicamos la imagen de esta pintada aparecida en un céntrico lugar de la ciudad, la confluencia de la plaza del Mercado con la calle de Coloma.

         Señalamos entonces la gravedad de este hecho, tanto por lo que representaba una actuación así en una zona declarada BIC, como por contenido xenófobo de la frase. Esperábamos que alguien hiciera algo para evitar mayores consecuencias, pero no ha sido así, ni se borró la pintada ni se hizo nada para localizar a los autores (o al menos no ha trascendido) e impedir la repetición de estos hechos.





         No es de extrañar por lo tanto que haya encontrado respuesta en otra pintada que, en este caso, se extiende hasta la puerta de una vivienda particular. Comprendemos el enfado del colectivo afectado, pero no se puede permitir que las calles de la ciudad se vean afectadas por guerras de clanes. ¿De qué nos sirve esforzarnos en ofrecer una imagen atractiva con la recreación histórica, si al paso del cortejo los participantes e invitados van a ver estas muestras de incivismo?

         Pero, volvemos a insistir en que más allá de una simple pintada hay algo más grave que afecta a la convivencia ciudadana entre personas procedentes de países diferentes. Y todo ello se podría haber evitado o atenuado borrando inmediatamente la pintada. Aquí no vale delegar la responsabilidad en los propietarios de la fachada en la que apareció; ante un hecho delictivo son otros los que deben actuar y no lo hicieron.


 

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