lunes, 20 de junio de 2022

El Corpus en Borja

 

         Desde que fuera trasladada de aquellos jueves que relucían más que el sol al domingo siguiente, la solemnidad del Corpus Christi ya no es lo que era, salvo en aquellos lugares como Daroca o Toledo que mantiene el día y el esplendor. Sin embargo, Borja mantiene parte del mismo, tras haber prescindido de algunas de las costumbres que acompañaban la celebración y la procesión.






         A las once de la mañana dio comienzo en la antigua colegiata de Santa María la Solemne Eucaristía, presidida por el Párroco D. José María Sánchez Becerril. A ella asistió la corporación municipal en pleno que ocupó los bancos a ella reservadas, mientras que, en los primeros de la nave, lo hicieron los niños y niñas de Primera Comunión.



         Afuera esperaba la comparsa de Gigantes que tradicionalmente, abren el desfile procesional. Esta costumbre instaurada desde que fueron creado en 1889, fue recuperada tras unos años en los que estuvieron ausentes.






         Era ya mediodía cuando por el pórtico de la colegiata se inició el desfile procesional, encabezado por la Cruz Parroquial a la que seguían las banderas y estandartes de todas las cofradías y asociaciones religiosas. En último lugar la bandera de la Adoración Nocturna y el pendón de la ciudad con un nuevo portador.






         Detrás los primeros comulgantes, con sus catequistas y las cestas llenas de pétalos de rosas que iban arrojando por las calles por las que discurría la procesión.



         A los acordes del Himno Nacional, interpretado por la Agrupación Musical Borjana, bajo la dirección de D. Félix Martínez Lahuerta, hizo acto de presencia en la calle la peana con la custodia, bajo un sencillo baldaquino que reemplaza al palio habitual en otros lugares. Momento importante dentro del año dado que, a diferencia de otras procesiones, la del Corpus tiene carácter litúrgico pues lo que se adora en ella es la presencia real de Cristo, bajo la especie eucarística del pan. De acuerdo con la Fe cristiana es, por lo tanto, Dios quien verdadera y realmente está presente en la custodia. A Él, todo honor y toda gloria.




         Acompañaba al Santísimo el Sr. Párroco y, tras él, marchaba la corporación municipal con el Sr. Alcalde con la práctica totalidad de los concejales.



         No eran muchos los balcones engalanados y, al paso por la plaza del Mercado, recordábamos con añoranza aquellos tiempos en que la procesión se detenía ante uno de los tres altares del recorrido, el instalado frente al palacio de Navascués, desde el que se efectuaba la bendición y se repartían los pequeños ramos de flores entre las autoridades.


 








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