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         El Frente de Afirmación Hispanista de México nos ha remitido la obra de Carmen Formoso Carmen, Carmela, Carmiña (Fluorescencia), de la que ha auspiciado su publicación, realizada por Editorial Verbum.

         Se trata de una novela que su autora (ya fallecida) presentó al Premio Planeta en 1994, lo que supuso el inicio de un largo calvario judicial del que su hijo, el abogado D. Jesús Díaz Formoso ofrece un detallado informe como introducción a esta segunda edición de la obra de su madre. Incluye también un amplio dossier de lo que califica como “El plagio del siglo, del que está prohibido hablar”.

         Porque, en opinión de quienes interpusieron una querella criminal contra Camilo José Cela y la Editorial Planeta, lo ocurrido fue que la editorial había decidido otorgar su premio aquel año a Cela. Pero el escritor no disponía de ninguna obra con la que pudiera concurrir y, para suplir esa carencia, le enviaron la novela de Carmen Formoso que plagió de una habilidosa manera, utilizando retazos de la misma al mismo tiempo que confesaba su delito y el fraude de los premios literarios pactados. Todo ello lo remitió, fuera de plazo, escrito en papel higiénico, y ese fue el origen de La cruz de San Andrés, la obra galardonada.

         La querella se fue dilatando en el tiempo hasta que fallecieron todos sus protagonistas, sin que llegara a dictarse sentencia, aunque Carmen Formoso y su familia fueron objeto de una auténtica persecución y, finalmente, acusados de calumniadores. Ese juicio sí fue visto y, aunque resultaron absueltos, si bien con la amenaza de la Audiencia Provincial de Barcelona de ser condenados si volvían a hablar del asunto.

         La novela en sí relata la historia de la autora en tiempos difíciles. Como se afirma en la introducción ella es Mamita Carmen, la sabia, la que conoce el destino y acepta como inevitable la infelicidad de su hija, pero con la certeza de que su nieta habrá de recuperar la dignidad de ser mujer, de ser libre para elegir su propio camino. Pero ella es también Carmela, la hija, y Carmiña, la bella nieta que finalmente podrá mirar de igual a igual a los hombres y ser dueña de su propia existencia.

         Pero, al interés de la propia obra, se une todo lo referido sobre el supuesto plagio por parte de un famoso escritor a una autora más modesta que había nacido en La Coruña en 1940 y que ejerció como maestra durante toda su vida, aunque compaginando su labor docente con su dedicación a la Literatura y a la Pintura, ya que también era Diplomada en Bellas Artes.