Ante la Semana Santa de Borja

            La ciudad de Borja se dispone a celebrar la Semana Santa, unas celebraciones que congregan a numerosas personas, atraídas por la belleza de los actos que tienen lugar estos días, muchos de los cuales, revisten características propias.

            Como es costumbre, desde hace unos años, las cofradías borjanas han editado un cartel anunciador que reproducimos, en el que aparece la imagen del “Cristo de la caña” que desfila en la procesión del Jueves Santo. En torno al mismo aparecen los estandartes de las “Doce Tribus de Israel” que participan en el “Entierro de Cristo” en la tarde del Viernes Santo.

            Asimismo, han distribuido un díptico con los horarios de todos los actos litúrgicos y de las procesiones. En él se incluye una reseña histórica de la cofradía de Nuestra Señora del Carmen y un artículo dedicado a “La música en la Semana Santa borjana” de nuestro colaborador D. Raúl Rivarés Custardoy.

            Para conocimiento de quienes deseen desplazarse a Borja, durante estos días, damos cuenta aquí del horario de las procesiones que tendrán lugar a lo largo de la semana. La primera de ellas tendrá lugar el Domingo de Ramos a las 11 de la mañana. El día 3 de abril, Martes Santo, se celebrará a las 23 horas el Encuentro del paso de Cristo con la Cruz a cuestas con el de la Verónica que lleva la cofradía de San Sebastián.

Al día siguiente, Miércoles Santo, a las 22,30 procesionará la cofradía de San Juan Evangelista con su titular. A las 21 horas del Jueves Santo, discurrirá por las calles de nuestra ciudad el  más antiguo de los desfiles procesionales, la llamada “procesión de los Cristos” o de los pasos que, en realidad, incluye las representaciones de los Misterios Dolorosos del Santo Rosario.

            A las dos de la tarde del Viernes Santo, partirá de la colegiata de Santa María la comitiva del pregón, anunciando la celebración del Entierro de Cristo que comenzará a las 20 horas.

Este desfile procesional que tiene su origen en el siglo XVIII se dirige al Campo del Toro, donde se procede al sellado del arca, en una vistosa ceremonia, finalizando los actos en la iglesia colegial con el sermón de la Soledad.

            Finalmente, a las 16,30 del Domingo de Pascua tendrá lugar la “Salve Galana” en la ermita del Sepulcro. Allí se congregarán, como cada año, los fieles para felicitar a la Virgen por la Resurrección del Señor, poniendo fin, de esta manera, a unas intensas jornadas de profundo significado y belleza, a las que invitamos a participar, tanto a los borjanos como aquellas personas que deseen conocer algunas de nuestras tradiciones más significativas.

El primer grabado de las armas de Borja

            Rafael García señaló en sus Datos cronológicos para la historia de la M. N., M. L. y F. ciudad de Borja, que “en 1788, se mandó grabar el escudo de la ciudad para poderlo poner en sus escritos y se imprimió por primera vez en unas conclusiones que fray Justo de la Concepción, agustino descalzo, hijo del secretario D. Julián Vélez, dedicó a la ciudad”.

            No conocemos ningún ejemplar de esa obra, aunque del citado fraile agustino existen otras dos. Una de ellas es la Oración fúnebre pronunciada con ocasión de las exequias que se celebraron en Borja, tras el fallecimiento de Carlos III, que fue publicada en Madrid, en 1789. La otra es el sermón que se le encargó con motivo de la “renovación y purificación” de la iglesia del convento de agustinos de nuestra ciudad, tras la Guerra de la Independencia, impreso en Zaragoza en 1815.

            Ninguna de ellas hemos podido adquirirlas, todavía, pero sí hemos conseguido el grabado de esas primeras armas que fue realizado por Mateo González, el más importante grabador zaragozano del último tercio del siglo XVIII, según el dibujo realizado por el pintor borjano Buenaventura Salesa, académico de San Fernando, perteneciente a una dinastía de artistas de nuestra ciudad.

            Se trata de una obra de gran belleza, aunque no se ajuste demasiado a las leyes de la Heráldica, al distribuir las diferentes piezas de forma bastante peculiar. El castillo, entre leones, está tomado de las que aparecen en la fachada de la Casa Consistorial. Al pie del mismo aparece la vaca con campanilla, mientras que el león y la flor de lis que concedió a la ciudad Felipe V se ubican, de manera un tanto sorprendente sobre el castillo. En una cartela, dispuesta en torno a la corona real que las timbra, puede leerse “La muy ilustre, noble, leal y saqueada por ser siempre fidelísima ciudad de Borja”.

            No fue este el único trabajo realizado conjuntamente por Buenaventura Salesa y Mateo González, ya que también imprimieron el sello del cabildo de la colegial de Santa María, al que haremos referencia en otro artículo.

Cuarta sesión del curso sobre el Antiguo Testamento en el Arte

            Como cada jueves, ayer tuvo lugar en el Salón de Actos de la Casa de Aguilar una nueva sesión de este curso que contó como, viene siendo habitual, con una gran concurrencia que desbordó al capacidad del salón, a pesar de las circunstancias del día.

            Intervino en ella D. Raúl Rivarés Custardoy que trató sobre el ciclo de Jacob, abordando los pasajes más destacados del mismo.

La bendición de Isaac, de Gobert Flinck

            La lucha por la primogenitura entre Esaú y Jacob, así como el matrimonio de este último con su descendencia. También hizo referencia a otros episodios como la lucha de Jacob con el ángel o la visión de la escala.

El sueño de la escala. Anónimo flamenco, siglo XVI

            Como se anunció en su momento, el curso cuenta también con sesiones prácticas como la que desarrollará D. Juan Manuel Muñoz, en fecha próxima, sobre “La Biblia y la Música” en la que se ofrecerán algunos fragmentos de obras musicales inspiradas en la Sagrada Escritura.

La ermita del Calvario de Borja

            En la Muela Alta de Borja, al término del Vía Crucis que se inicia en el Santuario de Misericordia, se encuentra una ermita de gran interés arquitectónico, la del Calvario que, a pesar de su importancia, no ha sido incluida todavía en el Censo General del Patrimonio Cultural de Aragón, aunque sí figura entre los elementos protegidos por el Plan General de Ordenación Urbana de Borja.

            Según algunos autores, fue construida en 1565 por iniciativa del obispo Juan González de Munébrega, al que ya hicimos referencia al tratar del primitivo Vía Crucis. Es más probable que el responsable de la obra fuera el canónigo de la colegial de Borja D. Juan de Litago, cuya lauda sepulcral se conservan en su interior.

            La capilla es de planta circular con una cúpula de media naranja, cuya cubierta de piedra adopta forma escalonada, con un entablamento que discurre por todo el perímetro.

            Su portada, en arco de medio punto, está enmarcada por dos pilastras de clara inspiración renacentista, sobre la que se dispone un frontón triangulas con una hornacina que aloja una cruz de piedra.

            En su interior se venera una imagen de Cristo crucificado que fue llevada allí, desde la colegiata de Santa María, en 1568. A sus lados las imágenes de la Virgen y de San Juan.

            Los tres clavos de la imagen central fueron confeccionados con las mismas medidas que tienen los que, supuestamente, son considerados los originales de la Cruz. Uno de ellos se venera  en la iglesia de la Santa Cruz de Jerusalén de Roma, con el que fueron puestos en contacto, adquiriendo la condición de reliquias secundarias, como se hace constar en una cartela colocada en la misma Cruz. Por este motivo, puede extraerse el inferior para que pueda ser venerado por los fieles.

            Los lienzos de las cuatro capillas laterales fueron donados, en 1890, por el pintor D. José Gonzálvez Martínez, que pasaba la temporada estival en el Santuario. Sustituyeron a otros anteriores que se encontraban muy deteriorados. José Gonzálvez había nacido en Elche, en 1837, y se formó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, donde fue discípulo de Eugenio Lucas. En 1880, se instaló en Zaragoza, como profesor de su Escuela de Artes. En 1892 fue elegido Académico de Número de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis. Falleció en la capital aragonesa en 1897. La mayor parte de su producción corresponde a retratos y escenas costumbristas. Los lienzos de la ermita del Calvario de Borja son de grandes dimensiones y representan, precisamente, las últimas estaciones del Vía Crucis:  el “Despojo de las vestiduras de Cristo”, la “Crucifixión”, el “Descendimiento” y el “Sepulcro”. Tienen interés, ya que el autor gozó de indudable reconocimiento en su época, aunque no han sido incluidos en los estudios realizados sobre el mismo.

Preparando el Congreso de Hispania Nostra

            Con el objeto de preparar la Reunión de Asociaciones y Entidades para la defensa del Patrimonio Cultural y su entorno que organiza Hispania Nostra y que, este año, se celebrará en Tarazona, Borja y Veruela, del 22 al 24 de junio próximo, visitaron estas localidades el Vice-Presidente de esa entidad, D. Carlos Morenés y Mariátegui, marqués del Borghetto, acompañado por Dª María Chapa y Dª Barbara Cordero, responsables de la organización. Fueron recibidos por el Presidente del Centro de Estudios Borjanos, que es miembro de la Junta Directiva de Hispania Nostra.

            En la Casa Consistorial de Tarazona se entrevistaron con Dª Waldesca Navarro Vela, Concejala Delegada de la dirección y gestión del Área de Comercio, Turismo y Deporte, recorriendo a continuación los distintos espacios en los que se desarrollarán los actos, en compañía de una de las técnicas de la Fundación Tarazona Monumental.

            Seguidamente visitaron el castillo de Grisel, con D. Manuel Giménez Aperte, Presidente de la Asociación de Amigos de los Castillos de Aragón y del Rvdo. D. Miguel Antonio Franco Garza. En el castillo está prevista la realización de un acto cultural, en la tarde del día 24 de junio.

            Por la tarde se trasladaron a Borja donde fueron atendidos por el Concejal Delegado de Cultura D. Juan María de Ojeda, quien les mostró los museos de la ciudad, el Auditorio de Santo Domingo y la sede de nuestro Centro.

El Vía Crucis del Santuario de Misericordia

            El pasado viernes tuvo lugar en el Santuario de Misericordia uno de los actos tradicionales que, cada año, convoca a los fieles del arciprestazgo del Huecha en ese hermoso lugar para el rezo del Vía Crucis.

            La ceremonia discurre por las cruces existentes a lo largo del monte de la Muela Alta, desde el Santuario hasta la ermita del Calvario. Fue el obispo D. Juan González de Munébrega quien, en 1558, tras una estancia en el Santuario, mandó construir cuatro pilares y una ermita, configurando el primer Vía Crucis o recorrido sacro hasta la cima del monte.

            En 1889, los pilares y la ermita estaban arruinados, por lo que el coronel D. Ignacio Moreno Aranda, que estaba casado con la borjana Dª Isidra Saldaña, sufragó a sus expensas las actuales cruces.

Son nueve, en total, desde la primera situada al inicio del camino hasta la novena que se ubica en el coronamiento de monte, en la que está grabada la fecha de colocación. Las cinco estaciones restantes se rezan en torno a la ermita. En la fotografía que insertamos se aprecia, tras la cruz, la ermita del Calvario, a la que dedicaremos un artículo posterior.

Llama la atención la ausencia de árboles, ya que todavía no se había efectuado la repoblación de pinos que, en la actualidad, han modificado el paisaje.

            Como agradecimiento a esta obra que costó mil pesetas, el ayuntamiento de Borja mandó pintar los retratos del matrimonio. Los cuadros realizados, en 1909, por el pintor borjano D. Baltasar González, se exhiben ahora en el despacho del Sr. Alcalde de la ciudad.

Una cabaña circular en Calcena

            Los artículos que venimos publicando sobre las cabañas o casetas circulares localizadas en la Muela de Borja han despertado un gran interés. De ahí, que nos lleguen noticias de otras similares existentes en nuestra zona.

            David Lamana ha remitido a Pedro Domínguez Barrios las fotografías que hoy damos a conocer, correspondientes a otra de estas cabañas que se encuentra en el término municipal de Calcena.

            Su tipología es la habitual en este tipo de construcciones aunque, en este caso, llama la atención el dintel de madera que se observa en su puerta, apoyado en jambas formadas por lajas de piedra.

            Por otra parte, queremos destacar que en la parte posterior de la misma se aprecia la existencia de un abejar, otro tipo de construcciones utilitarias que están desapareciendo, poco a poco, y a las que también queremos dedicar una atención especial. De hecho, en el número XLVIII de Cuadernos de Estudios Borjanos, publicamos un artículo del especialista francés Robert Chevet sobre “Apicultura tradicional en los alrededores de Borja” en la que estudiaba muchos de los abejares conservados aquí. Entre ellos, citaba el de Romeroso, en el término municipal de Fuendejalón, asociado también a una cabaña circular de la que Pedro Domínguez nos ha prometido enviar nuevas fotografías para general conocimiento.

Rectificando una hipótesis

            Ayer, al dar noticia del descubrimiento en Pozuelo de Aragón de la caja de un antiguo reloj medieval, oculta bajo un lienzo de San Antón, formulamos la hipótesis de que las armas del abad que aparecen representadas en ella, pudieran ser las de Sancho de Marcilla, teniendo en cuenta su parentesco con los Luna, aunque ya se señalaba que el P. Gregorio Argaiz afirmaba que sus armas eran “tres barras coloradas”.

            Este abad, como se indicaba en el artículo, se encuentra enterrado en la Sala Capitular del monasterio de Veruela, bajo un arcosolio.

            Nuestra aventurada hipótesis ha sido rebatida, con contundencia, por nuestra amiga Encarna Ripollés, de la empresa Albarium S. L., que nos ha remitido la foto de algunas de las laudas sepulcrales que están en el suelo de la citada sala capitular.

            En una de ellas aparecen las mismas armas que figuran en el reloj, por lo que es imposible que correspondan a las del abad Sancho de Marcilla, el cual no puede estar enterrado en dos lugares, a la vez.

            Por lo tanto, no era correcta nuestra suposición que debemos desechar y, para no volver a incurrir en nuevos errores, evitaremos pronunciarnos sobre el abad al que corresponden.

Importante hallazgo en Pozuelo de Aragón

            La Excma. Diputación de Zaragoza viene desarrollando, desde hace años, una gran labor de restauración del Patrimonio Artístico de los municipios de la provincia, a través de las Escuelas Talleres que se han ido sucediendo en diferentes etapas. La última de las creadas fue la Escuela Taller Juan Arnaldín que, entre otros trabajos, llevó a cabo la restauración del retablo mayor de la iglesia parroquial de Pozuelo de Aragón, una de las localidades de nuestra comarca.

            Pero ha sido allí donde se ha efectuado un hallazgo que reviste enorme interés y cuya imagen damos a conocer, en primicia, merced a la colaboración de su párroco D. José María Sánchez  Becerril que nos la ha facilitado.

            Se trata de la parte anterior de una caja de reloj que había sido utilizada como soporte para un lienzo que representaba a San Antón, patrono de la localidad, que procedía de la ermita de Santa Ana y que, en la actualidad, se encontraba en la parroquial de la Asunción de Nuestra Señora.

            Cuando en 1999 publicamos el Inventario del Patrimonio Artístico Religioso de Pozuelo de Aragón, los autores del mismo D. José Carlos Sancho Bas y D. Pedro Luis Hernando Sebastián, al comentar esta obra, llamaron la atención sobre el hecho de que, en una zona deteriorada del lienzo, se advertía la existencia de restos de otra pintura que parecía “tener los signos propios de una pintura de tradición gótica datable, no sin reservas, en el siglo XV”. De ello deducían que, como soporte de lienzo, se había utilizado una obra anterior, que pudo pertenecer a “un antiguo retablo”. A esas tablas fue fijada la imagen de San Antonio Abad, realizada en 1563 por Cristóbal de Espinosa.

            Otros especialistas aventuraron la posibilidad de que, la pintura oculta, correspondiera a una obra Blasco de Grañén. Pero ha sido, al retirar el lienzo, cuando se ha descubierto que el soporte era, en realidad, la parte anterior de un magnífico reloj y la “cara” que se adivinaba correspondía, en realidad, al “sol” que aparece a uno de los lados de la esfera.

           

            Aunque esta pieza no ha sido, todavía, restaurada ni estudiada, su interés es extraordinario. Con unas medidas de 2 metros de alto por 1,45 de ancho, aproximadamente, se aprecia en ella la esfera con un sol radiante en torno al cual se disponen las 24 horas del día. En sus ángulos aparecen los símbolos de los cuatro evangelistas: San Mateo y San Juan arriba y San Marcos y San Lucas debajo, posiblemente relacionados con el Sol central que haría alusión a Cristo, “el Sol que nace del Oriente”. A ambos lados lo que parecen ser dos fases de la luna, aunque es mucho más probable que hagan referencia al día y la noche, teniendo en cuenta que es un reloj de 24 horas, como hemos señalado. También están representadas las armas del rey de Aragón, en lugar preferente, y las del abad de Veruela que lo encargó. Pozuelo de Aragón era propiedad del monasterio de Veruela por lo que muchas obras de su patrimonio proceden del mismo. No conocemos ningún trabajo sobre las armas de los abades verolenses, por lo que no podemos identificar las que aparecen aquí. Quizás, con el riesgo de equivocarnos, podríamos relacionarlas con el abad Fray Sancho de Marcilla que lo fue entre 1362 y 1383. Descendía de los Marcilla de Borja, localidad en la que murió al caer de un caballo, siendo enterrado en la sala capitular del monasterio, donde se conserva su tumba, bajo un arcosolio. Estaba emparentado con el rey de Aragón y con las hijas del conde de Luna, lo que podría justificar la presencia de la luna en su escudo, aunque el P. Gregorio Argaiz afirmaba que sus armas eran “tres barras coloradas”.

            Recientemente, ha sido localizada en las falsas de la iglesia parroquial de Vera de Moncayo, localidad que también fue propiedad del monasterio de Veruela, la maquinaria de un reloj medieval que había pasado desapercibida. Sería conveniente, por lo tanto que, cuanto antes, se estudiara la posible relación entre ambos hallazgos, ya que podríamos encontrarnos ante la posibilidad de disponer de un reloj completo de esa época.

Publicadas las Actas de las VI Jornadas sobre la Orden de Santo Sepulcro

            Del 11 al 14 de abril del pasado año, se celebraron las VI Jornadas Internacionales de Estudio sobre la Orden del Santo Sepulcro. Organizadas por el Centro de Estudios de dicha Orden que, con tanto acierto, dirige el Dr. D. Wifredo Rincón García, tuvieron como escenario las localidades de Zaragoza, Tobed y Calatayud.

            Ahora, con la celeridad habitual, acaban de publicarse las Actas de dichas jornadas. Un volumen de 594 páginas en las que se reúnen todas las ponencias y comunicaciones presentadas a las mismas que ha sido, muy bien impreso, en los Talleres de Costa Calatayud S. L.

            Entre los textos publicados figura la comunicación que el Presidente del Centro de Estudios Borjanos presentó en Tobed sobre “Relaciones entre el Priorato del Santo Sepulcro de Calatayud y la ciudad de Borja, a partir de un documento inédito conservado en el Archivo Histórico Nacional”.

            Por otra parte, en la sesión celebrada en Zaragoza, intervinieron Alberto Aguilera Hernández y Ramiro Adiego Sevilla con una comunicación sobre “La ermita del Sepulcro de la ciudad de Borja: construcción, dotación artística y significado devocional”.

Un recuerdo de la visita de SS. AA. RR. los Príncipes de Asturias a Tarazona

            El jueves 9 de febrero de 2012, SS. AA. RR. los Príncipes de Asturias D. Felipe y Dª Letizia inauguraron las obras de restauración de la catedral de Tarazona. Posteriormente, se reunieron en el patio del palacio de Eguarás con representantes de entidades y asociaciones de esa ciudad.

            El alcalde del Excmo. Ayuntamiento de Tarazona, Ilmo. Sr. D. Luis María Beamote Mesa, invitó también a ese acto al Presidente del Centro de Estudios Borjanos. Ahora, ha tenido la amabilidad de remitir al Centro una de las fotografías realizadas en la que nuestro Presidente aparece cumplimentando a S.A.R. D. Felipe de Borbón, un detalle que agradecemos, junto con el de la invitación cursada en su momento.

Las minas de Valdeplata en Calcena

            Otro de nuestros intrépidos investigadores de campo es Juan Manuel Serrano Lacaba que, recientemente, estuvo en el barranco de Valdeplata de Calcena y nos ha traído algunas fotografías de su recorrido.

            Como es sabido, allí existieron, hasta época relativamente reciente, varias minas de plata que dan nombre a la zona. Dos de ellas llevaban el nombre de Santa Constancia y Ménsula. Aún se advierten las entradas de las minas, ahora inundadas de agua, por lo que es imposible penetrar en ellas.

            En la zona permanecen los restos de las instalaciones mineras. Edificios ya arruinados con sus paredes de piedra.

Es un conjunto muy interesante que, unido a la belleza del paraje, merece la pena visitar, recordando la época en la que las minas, explotadas ya en época romana, se encontraban en plena actividad.

            Por otra parte, a la entrada del barranco, se encuentran los restos de la fundición en la que se obtenía la plata, aprovechando el cauce del río.