Un artículo del Presidente del Centro en Gaiteros

En el nº 29 de la revista Gaiteros, correspondiente a la primavera de 2011, se inserta un artículo del Presidente del Centro de Estudios Borjanos sobre los autores del Himno de la Fiesta del Árbol. La revista es el órgano de expresión de la Asociación Gaiteros de Aragón que realiza una benemérita labor en torno a la música y la cultura popular de nuestra autonomía.

En el número anterior se publicó un trabajo de F. Jesús López, titulado “La Gran Fiesta del Árbol” en el que se hacía referencia a esta celebración que fue establecida, de manera oficial, en 1915. A partir de testimonios orales, el autor recordaba que los niños de Almonacid de la Sierra cantaban aquel día un himno del que, con gran fidelidad, reproducía algunas estrofas y llegaba a plantear la posibilidad de que el autor del mismo fuera D. Ángel Hernández, un gran maestro que ejerció en ese municipio y fue impulsor de dicha fiesta en aquel lugar.

En su respuesta, el Presidente de nuestro Centro, hace constar que la letra del himno fue obra de D. Baltasar González Ferrández, el conocido pintor y político borjano que también cultivo la poesía. Premiada en los Juegos Florales celebrados en Teruel el 9 de junio de 1902, sirvió de base a la partitura compuesta por otro borjano, el músico D. Ángel Pereda Matud, maestro de capilla de la colegiata de Santa María, siendo adoptado como himno oficial para esa celebración en toda España, por lo que no es extraño que lo cantaran los niños de Almonacid y de otros muchos lugares, como resaltaba el periódico local Ecos del Moncayo, en 1919.

La partitura impresa fue recopilada por Dª Victoria Paños Pérez en su trabajo sobre “La poesía de un pintor. Baltasar González” que permanece inédito. Por razones de espacio, la revista Gaiteros no ha podido incluirla en el número que comentamos, por lo que, dado su interés, la reproduciremos en nuestro blog para que pueda ser conocida por todos.

Agradecemos a la revista la acogida dispensada a la aclaración de nuestro presidente y la rapidez con la que ha sido publicada. También debemos dejar constancia de la actitud de D. F. Jesús López que, tan pronto tuvo conocimiento de estos datos, se puso en contacto con nosotros, ofreciendo rectificar el artículo que había escrito.