Los que, a través de este blog, han seguido la restauración del claustro de Santa María tienen conocimiento de que, durante los trabajos, fue encontrado un fragmento de la celosía que, originalmente, cerraba los vanos que se abrían al patio interior.
Cuidadosamente retirados, aquellos fragmentos han sido restaurados y esta misma semana llegan a Borja donde serán exhibidos en una exposición que va a ser instalada en el Museo de la Colegiata, mostrando el significado del claustro dentro del conjunto del templo y la evolución de los trabajos de recuperación emprendidos.
Posteriormente, se va a plantear la posibilidad de realizar una anastilosis de la misma, en uno de dichos vanos. Es un tema pendiente que podría ser interesante al ofrecer una visión “real” del claustro en los momentos en que fue construido.
Lamentablemente, cuando se cegaron los ventanales, posiblemente en época muy temprana, las celosías fueron destruidas y resulta sorprendente que se haya conservado el fragmento encontrado, a partir del cual se ha podido conocer el trazado completo de cada uno de los paños.
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