Aportaciones en torno a una antigua fotografía

            Desde que el pasado día 3 de julio publicamos esta fotografía, señalando los interrogantes que planteaba, han sido varias las personas que se han puesto en contacto con nosotros para aportarnos nuevos datos.

            En primer lugar, Dª Pilar Compans nos ha indicado que el sacerdote que figura en primer término, con la mano sobre el monaguillo, es D. Pablo Pérez Montorio, un ilustre borjano, licenciado y gran orador, que tiene dedicada calle en nuestra ciudad.

            Respecto a la imagen que aparece en la peana, no se trata de la de la Hermandad de Barcelona, sino de la de Zaragoza. Había sido costeada por los borjanos residentes en la capital aragonesa y bendecida el 23 de abril de 1950 por el M. I. Sr. Canónigo D. José Puzo, en representación del Excmo. Sr. Arzobispo. Ese año se había constituido la hermandad y, con este motivo, muchos miembros de la hermandad se trasladaron a Borja con la imagen. Según la crónica de Jesús Martín Martínez, fueron “recibidos apoteósicamente. Volteó la “capitular” como en los días grandes; sonaron valientes jotas de bienvenida y el arrebatador verbo del P. Hilarión María Sánchez Carracedo, consiliario de la hermandad, retumbó en la nave de nuestro primer templo”.

            La imagen fue recibida en el parque, donde se habían instalado un arco de flores, como puede apreciarse en las fotografías que, de este acontecimiento, se publicaron en el Programa de las Fiestas de Mayo de 1995, aunque sin indicar a qué correspondían. Desde allí subió la comitiva por el arco de la Carrera y calle de Goya, para acceder a la colegiata por el pórtico, momento que queda reflejado en la imagen que ha dado origen a estos comentarios.

            Volvió la Virgen a Borja en septiembre de 1954. Para conmemorar el Año Mariano que se celebraba ese año y, en obsequio de la colonia borjana, “se produjo el hecho extraordinario de la salida del Rosario de Cristal, en este día, con la imagen zaragozana”. De nuevo ocupó la tribuna sagrada el P. Hilarión que, en prueba de amor a nuestra patrona, le hizo entrega de la Encomienda de la Orden de Alfonso X el Sabio que le habían concedido a él.

            Pero, todas estas fotografías reflejan la primera de las visitas, pues aunque en ellas se ven desfilar a todas las cofradías con sus banderas y estandartes, en ninguna de ellas aparecen los faroles del Rosario, como sucedería en el caso de que hubieran sido realizadas en 1954.