Magallón
es una histórica villa en la que han nacido destacados personajes que se
hicieron acreedores a un reconocimiento mayor del que, hasta el momento, les ha
sido dispensado. Hace unos días hablamos del sastre Juan de Albaiceta y hoy lo
haremos de Jaime Gil.
Nacido
en Magallón, el 12 de julio de 1585, pertenecía a una familia de agricultores,
aunque desde muy temprana edad mostró una gran curiosidad por conocer todo lo
relacionado con el mundo de las abejas en el que le introdujo un morisco que
residía en esa localidad. Gracias a los conocimientos adquiridos montó, con
ayuda de su padre, las primeras colmenas llegando, en el transcurso del tiempo,
a convertirse en un especialista en la materia.
Ha
pasado a la historia por ser el autor de una obra titulada Perfecta y cvriosa declaración de los provechos grandes qve dan las
colmenas bien administradas; y alabanças de las Abejas, impresa en
Zaragoza, en 1621. Junto a Lucio Moderato Columela, Abu Zacaría, Alonso de
Herrera y Méndez de Torres, forma parte del reducido número de autores clásicos
de la Apicultura española.
Quienes
más han contribuido a difundir su figura
han sido José María de Jaime Lorén y José de Jaime Gómez los cuales, tras
algunas comunicaciones anteriores en congresos especializados, publicaron en
nuestra revista Cuadernos de Estudios
Borjanos un amplio estudio sobre el personaje y su obra. También lo
incluimos en nuestro Diccionario
Biográfico.
Ese
mismo artículo, publicado por nosotros en 2001, sirvió como introducción para
la edición facsimilar de su obra, editada por la Asociación Apícola de
Zaragoza, con la colaboración de la Excma. Diputación Provincial, en 2002. El
original reproducido, aunque no se hacía constar, es el conservado en el Real
Jardín Botánico de Madrid. Según José María de Jaime y José de Jaime, existían
otros dos ejemplares en la Biblioteca Nacional de Madrid y en la Biblioteca
Aula Dei de Zaragoza. A ellos debemos añadir el que posee la Universidad de
Valencia, perteneciente al legado de D. Gaspar de Perellós, marqués de Dos
Aguas, que fue editado facsimilarmente, en 2000, dentro de la colección “Obras
del siglo XVII” en tres microfichas.
El ejemplar de la
Biblioteca Nacional fue exhibido en la exposición que, bajo el título “La
cocina en su tinta”, tuvo lugar entre el 22 de diciembre de 2010 y el 13 de
marzo de 2011. Se ofrece una imagen de su portada que, según los autores
citados, fue realizada a mano para sustituir a la original perdida. Es curiosa
la anotación a mano de la fecha “1624”.
Esta
es la portada del ejemplar del Jardín Botánico de Madrid, idéntica a la de
edición facsimilar citada, salvo el detalle del sello que aparece a la derecha.
Esta obra puede consultarse en la Biblioteca Digital del Real Jardín Botánico.
Con
motivo de la preparación de este artículo hemos encontrado otro ejemplar en la
Biblioteca Municipal de Lyon que ha sido digitalizado por Google y también
puede consultarse en la red. Son, por lo tanto, cinco los ejemplares de la obra
de Gil que conocemos, por el momento.
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