martes, 6 de agosto de 2013

Hallazgo de excepcional importancia


            El pasado día 21 de julio dimos cuenta de la existencia en un huerto de nuestra ciudad de un capitel que, desde el primer momento, los arqueólogos del Centro consideraron que tenía un interés singular. En aquellos momentos se barajó la hipótesis de que fuera un capitel islámico, procedente de la antigua mezquita de Borja.



Ahora, acabamos de recibir el informe preliminar emitido por D. Isidro Aguilera Aragon  que viene a poner de manifiesto que su importancia es aún mayor pues, tras un concienzudo estudio, se ha podido llegar a la conclusión de que el capitel perteneció con toda probabilidad a una iglesia, construida a finales del siglo VI o a lo largo del siglo VII. Por lo tanto, se trataría de un templo visigodo,  lo que supone un dato trascendental no solo para Historia local si no para los estudios de este periodo tan oscuro. 




Se trata de un capitel corintizante que tiene una sola corona de ocho hojas muy esquemáticas, de tal forma que semejan  palmas cuando en origen son hojas de acanto muy simplificadas, como corresponde a ese momento. Es una obra hecha en roca de yeso local por canteros locales y estuvo sostenida por una columna exenta, por lo que es muy probable que perteneciera a una iglesia de tres naves siguiendo el prototipo de las basílicas romanocristianas.
Ya teníamos documentada la permanencia de población en Borja, durante el periodo visigodo, a través de cerámicas, metales y enterramientos, pero es la primera vez que se constata la presencia de un edificio monumental en nuestra ciudad, lo que nos indica la pujanza del grupo humano que habitó aquí y que fue capaz de erigir una iglesia de estas características y con detalles decorativos de calidad.



En cualquier caso, se trata de un ejemplar único en Aragón y plantea numerosos interrogantes sobre el emplazamiento de la iglesia a la que perteneció ya que cabe la posibilidad de estuviera ubicada en el mismo lugar, donde posteriormente se edificó la parroquia de San Bartolomé ya que esa zona se encontraba dentro del perímetro de la antigua Bursao, cosa que no ocurre con Santa María, situada extramuros.
Es significativa la titularidad de la iglesia ya que los apóstoles, junto con las mártires locales y la Virgen fueron las advocaciones preferidas en los templos primitivos.
Por otra parte, pone de manifiesto la existencia en la Bursao visigoda de una elite dirigente con capacidad económica suficiente para costear obras de tal magnitud. Ello enlazaría con la tradición del conde visigodo Casio, convertido al islam en 715 que viajó a Damasco para abrazar la nueva religión en presencia del propio califa, a cambio de importantes beneficios personales. 

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